POSADAS. El intendente renovador Alejandro Max, alias Jandy, no para de generar escándalos políticos y de transgredir cuantas leyes y ordenanzas se crucen por su camino de gobernar -con puño de hierro-, el pequeño municipio de Mártires, ubicado a un costado de la ruta provincial 103 y a unos cincuenta kilómetros de Posadas.

El lunes último, en pleno feriado, el polémico alcalde convocó a una sesión extraordinaria del Concejo Deliberante de esa localidad para tratar la destitución de dos concejales y la suspensión de otra edil, en una sesión totalmente inconstitucional y cargada de prepotencia política.

Max convocó al mediodía a la sesión y cinco horas después, dos de los cinco concejales que integran el cuerpo, Nancy Benítez y Simón Márquez, ambos del Frente Renovador, rompieron las puertas de la sede del Concejo Deliberante. Ingresaron y emitieron una resolución donde sentenciaron la destitución del presidente del Concejo, Hugo Amílcar Cabrera, del joven renovador Ramiro Sosa. Y la suspensión en el cargo de la también oficialista Mirta Márquez.

La insólita destitución de Sosa y la violación de todas las normas

Cabe recordar que Sosa estaba suspendido en su cargo, hasta tanto se resuelva la causa penal por la denuncia de Max por supuestas amenazas. Pero la semana pasada, el juez de instrucción 1 de Posadas, Marcelo Cardozo desestimó la denuncia de Max. En esta investigación, el juez llamó dos veces al intendente para que ratifique su denuncia. Pero nunca concurrió y por eso Cardozo desestimó la denuncia. Y Sosa se presentó el viernes, papeles en mano, para que lo restituyan como edil.

Así pues, con el aval del controvertido Hugo Cabrera y la mencionada Marquez, le restituyeron la banca al único edil crítico de la gestión del alcalde Max. Su regreso duró hasta ayer lunes feriado. Cuando Max y sus ediles leales, realizaron la sesión rayana en la ilegalidad. Y en minoría, firmaron una resolución totalmente disparatada en la que apartaron de su cargo a Cabrera y a Sosa. Además de suspender a Mirta Márquez, por haber firmado el regreso de Sosa.

El caso de Amílcar Cabrera

Cabe recordar que Cabrera, solía ser cómplice de “fechorías políticas” de Max y por eso había llegado a la presidencia del HCD. Ello pese a que el hombre de Cambiemos, fue muy cuestionado por posar en las redes sociales en una foto semidesnudo en la cama de un motel con varios fajos de dinero en efectivo.

Como sea, Max vuelve a estar en el ojo de la tormenta, en un escándalo de autoritarismo y transgresiones a las leyes que, por el momento, cuenta con el aval y el silencio cómplice de las autoridades provinciales y de su propio espacio político, el Frente Renovador de la Concordia Social.

¿Incumplimiento de la ley provincial?

Es preciso recordar que la Ley Provincial 15/5 (o ex 257) que regula la vida institucional de los cuerpos deliberativos de los pueblos donde no hay carta orgánica, se desprende tácitamente que la destitución de un miembro del cuerpo se tiene que dar con cuatro de los cinco ediles que integran el cuerpo deliberativo. O bien con el voto de los dos tercios de los presentes. Pero sentando uno de los precedentes más escandalosos de la vida institucional de Mártires, el intendente Max hizo echar a dos ediles y suspender a otro sin el más mínimo respeto por las leyes provinciales, el debido proceso. Y ni hablar a la división de poderes.