BUENOS AIRES. Previo a la media sanción del proyecto kirchnerista de ampliar la cantidad de miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el presidente del máximo tribunal, Horacio Rosatti, se reunió con camaristas de todo el país, en una demostración de unidad de la cúpula del Poder Judicial, justo cuando la Vicepresidente Cristina Kirchner logró los números para el quorum y sanción de la iniciativa que busca licuar el poder de los actuales ministros.

Según LPO, la actividad encabezada por Rosatti este miércoles se desarrolló en la Sala de Audiencias con la presencia de 24 magistrados.

En la reunión, se debatió sobre vacancias en el Poder Judicial, implementación de lenguaje claro y de sistemas de gestión de calidad, jubilación de magistrados y la situación de efectos secuestrados en causas penales, entre otras cuestiones operativas. Ese fue el temario de superficie, pero a nadie se le escapó lo que sucedía en ese momento en el Congreso.

La decisión que prevaleció en la Corte es mantener el silencio sobre el avance del kirchnerismo sobre el máximo tribunal. Es decir, evitar la polémica y concentrarse en los fallos. Es que, lectura en el máximo tribunal es que la ampliación sancionada en el Senado no tiene mucho recorrido.

El antecedente de la Magistratura y el debate en Diputados

Fuentes al tanto de las discusiones en el Palacio de Tribunales recordaron que el Senado también logró sancionar la ley de Reforma del Consejo de la Magistratura y todavía sigue durmiendo en Diputados. Imaginan que puede pasar algo similar, con un proyecto, acaso más controversial que el que busca modificar el funcionamiento y composición del organismo encargado de elegir y remover jueces federales.

De hecho, en la agenda de Diputados la prioridad es aprobar el Presupuesto y luego la suspensión de las PASO. El tratamiento de la ampliación de la Corte vendría después. “Está difícil sacarlo de Diputados”, reconoció a LPO una fuente del oficialismo.

Asimismo, aún si la ley termina saliendo en Diputados, el oficialismo no tiene los dos tercios en el Senado para votar los nuevos miembros del máximo tribunal. Por supuesto, que siempre sobrevuela la posibilidad de acordar con el radicalismo, pero ya lanzado el proceso electoral, sería difícil que los radicales dilapiden su capital político sumándose a una propuesta del kirchnerismo.

En todo caso, si la ley sale quedará como una oportunidad para el próximo Gobierno.