POSADAS Y OBERÁ. (Por Eduardo Pérez). Un caso paradigmático. Dirigentes que hacen política para beneficio personal.

El doctor Miguel Ángel Ruloff, ex director del Hospital de Dos de Mayo empezó a ganar protagonismo en las redes sociales por realizar “denuncias” sobre persecución política dentro del gobierno renovador.

El profesional se queja en Facebook por haber sido desplazado de su cargo al frente del nosocomio y reclama abiertamente cargos públicos al gobierno de la provincia por el simple hecho de haber trabajado en la campaña del año pasado.

El reclamo de cargos y de varios contratos para su gente, se sustenta en una supuesta militancia partidaria suya y porque su pareja también fue candidata del oficialismo durante el 2019.

El médico trabajó para la fórmula Fernández – Fernández y ahora denuncia que por ser “peronista” fue desplazado.

Sin embargo, según las fuentes consultadas por M4 el profesional tiene horas pagas en el hospital SAMIC de Oberá y además cobra un jugoso sueldo de más de 50 mil pesos como asesor en el Ministerio de Salud Pública.

Vale destacar, que dicho cargo de asesor es incompatible con la realización de otra actividad laboral para el propio Estado. Es decir, Ruloff, pese a quejarse, cobra dos sueldos públicos.

Pero, además Ruloff nunca “asesoró” a nadie en Salud Pública y no presta servicios efectivos en la cartera sanitaria.

De acuerdo a las averiguaciones, al médico todos lo consideran un “ñoqui” de privilegio. “Nunca apareció, nunca asesoró”, señalan las fuentes.

La queja del médico, además de no tener sustento, tiene un trasfondo político, ya que desde el 2018, Ruloff es el presidente del Congreso Provincial del PJ en Misiones.

Ruloff, pese a que su pareja fue candidata renovadora, trabajó fuertemente para el kirchnerismo en las últimas elecciones y hoy formaría parte del esquema K que se diagrama anticipadamente para el 2021.

Acompaña a un grupo de dirigentes de la zona centro que buscan quedarse con la bendición de Cristina Kirchner para conformar las listas oficiales en las próximas elecciones.

A partir de enero de este año, Ruloff se convirtió así en el vocero de varios dirigentes que pretenden vivir del Estado para hacer política partidaria.