[vc_row][vc_column][vc_column_text]Los investigadores buscan determinar si Esuco, de Carlos Wagner, pagó coimas con trabajos en el emprendimiento privado en Candelaria, en beneficio del único prófugo en la causa de los cuadernos. Y toma relevancia en medios nacionales, la figura del monotributista millonario Héctor Alcides Rebollo, que podría ser testaferro del arquitecto que fuera mano derecha de Carlos Rovira.[/vc_column_text][vc_single_image image=”197940″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]POSADAS y CANDELARIA. Mientras la justicia y las fuerzas de seguridad intentan determinar el paradero de Oscar Thomas, el único prófugo en la causa de los cuadernos, una investigación que involucra al exdirector de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) avanza lentamente en la justicia de Misiones.

Se trata de un expediente que tiene en la mira la compra de un predio a la vera del río Paraná, adquirido años atrás por un monotributista clase B que para el exdiputado Alfredo Schiavoni -impulsor de la denuncia en 2016- podría ser testaferro de Thomas.

La principal sospecha se centra en un detalle que llamó la atención de los investigadores: las calles internas del predio (donde iba a construirse un country) son una continuidad de las obras públicas realizadas en la costanera de Candelaria, que fueron financiadas por la EBY durante la gestión del exfuncionario prófugo.

El portal TN, tomó y publicó fotografías aéreas del sitio y comprobó las similitudes entre las obras. Las firmas que tuvieron a cargo el proyecto de puesta en valor de las costas de Posadas, Garupá y Candelaria fueron Supercemento S.A.I.C, Grupo Roggio y Esuco S.A, aunque en la presentación judicial consta que varios testigos señalaron a esta última, del arrepentido Carlos Wagner, como la empresa que llevó a cabo el tramo que rodea al predio.

Ahora la justicia busca determinar si esta constructora pavimentó el interior del lote de 14 hectáreas como un pago de coimas por la asignación del millonario proyecto. La aparición de los cuadernos de Oscar Centeno alimentó esta hipótesis y tras la fuga del exfuncionario K, el expediente se reactivó.

Por otra parte, cabe aclarar que las sospechas de una utilización de recursos del Estado en beneficio personal de Thomas en Candelaria, no se iniciaron con la denuncia de Schiavoni por presunto lavado de activos. Hay al menos un antecedente digno de mención: la denuncia del ex diputado peronista Julio ‘Beto’ Ifrán.

Recordemos que Ifrán, por entonces, diputado provincial, presentó un pedido de informes en la Cámara de Representantes de Misiones, en 2010, para conocer detalles sobre obras en el country de Thomas. Más concretamente, si la empresa Fluvial Mar SA, contratada por la EBY para terminar el último tramo de la Costanera de Posadas, fue encargada de rellenar la playa privada del ex titular de la EBY en Candelaria.

Este pedido de informes fue cajoneado por orden del presidente de la Cámara, Carlos Rovira, que manejaba -y maneja- el cuerpo legislativo a partir de la mayoría de diputados de la Renovación. Aquel pedido y denuncia de Ifrán -hoy fallecido-, para muchos, desnudó el vínculo de Rovira y Thomas.

Es preciso destacar que fue Rovira quien lo inició en política a Thomas, designándolo en cargos clave en el municipio de Posadas y luego en la gobernación misionera. Hasta que en 2003, por un acuerdo entre Rovira y Néstor Kirchner, Thomas recaló en la EBY.[/vc_column_text][vc_single_image image=”197944″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]

Monotributista millonario

A principios de 2016, un grupo de vecinos le trasladó a Schiavoni su inquietud por la presencia de un predio de gran magnitud en la zona. El lote, rodeado por la avenida costanera y al que también se puede acceder desde la ruta nacional N°12, está delimitado por un cerco perimetral de postes olímpicos de cemento con alambre de púa.

La estructura del predio sorprendió a quienes frecuentaban la zona. Las calles internas totalizan 3 kilómetros, están asfaltadas y poseen un cordón cuneta y veredas de hormigón a ambos lados. El sitio cuenta con desagües pluviales, bocas de tormenta, acometidas de conexiones cloacales y conexiones de agua, luz y fibra óptica subterránea.

La falta de información acerca de la empresa a cargo del proyecto motivó a Schiavoni a buscar al verdadero dueño de la propiedad. Y el resultado fue llamativo: Héctor Alcides Rebollo, un procesador de datos monotributista categoría “B” autorizado a facturar hasta $15.000 por mes había adquirido la propiedad años atrás.

Según los registros a los que accedió TN.com.ar, la inscripción en el Registro de la Propiedad Inmueble se efectuó el 20 de septiembre de 2013.

Aquí existe un punto de coincidencia que también es materia de análisis para la justicia. Las obras de puesta en valor de la costanera tuvieron un plazo de ejecución de cinco años y comenzaron en 2008, es decir, que la compra del predio coincide con la finalización de los trabajos que revalorizaron toda la zona.

“La denuncia la realicé por informes de vecinos de Candelaria. Quedé absolutamente impresionado de que existiera algo así en Misiones. Con la información preliminar que pude recabar, me pareció que la EBY, sus directivos, o algunas de las contratistas algo tenían que ver. Está claro que un monotributista (por Rebollo) no puede ser el verdadero dueño, y también es notoria la similitud de lo construido dentro del barrio cerrado con lo construido en la obra pública de la costanera de Candelaria”, expresó Schiavoni al citado portal.

Tras el hallazgo, el exdiputado denunció a Rebollo por los posibles delitos de defraudación en perjuicio de la administración pública y lavado de dinero, causa que hoy está en manos de la jueza federal de Misiones, Verónica Skanata, y el fiscal Jorge Campitelli.

En su presentación, el exdiputado pidió que se investigue la capacidad financiera del monotributista y, a su vez, si las obras en el interior del lote de 14 hectáreas fueron realizadas por Esuco S.A. Este sitio intentó comunicarse con la firma pero no obtuvo respuesta.

TN accedió a documentación oficial sobre los trabajos de tratamiento costero realizados en Posadas, Garupá y Candelaria. En esta última localidad, Esuco S.A. realizó la puesta en valor de la zona en la que se encuentra el predio. Las imágenes aéreas muestran que el pavimento en el predio es prácticamente idéntico al utilizado en los trabajos de obra pública. Todo es materia de análisis y no se descarta que fondos públicos hayan sido derivados a un emprendimiento privado.

El establecimiento cuenta con dos ingresos, uno desde la Costanera y otro conectado al acceso a la Ruta 12, que también financió la EBY. En este último la conexión entre la obra pública y el predio es evidente: se construyó una calle que desemboca directamente en el que iba a ser uno de los puntos del ingreso al proyecto urbanístico “La Misión”, que tras el inicio de la pesquisa quedó trunco.[/vc_column_text][vc_single_image image=”197945″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]

El monostributista millonario Rebollo, se negó a hablar

Este sitio se contactó con Rebollo para obtener su versión de los hechos y conocer cómo financió la compra del predio. A continuación se reproduce el diálogo con el monotributista.

-Usted es monotributista y se le cuestiona su capacidad financiera para adquirir el predio

-La justicia lo va a determinar, la prensa no tiene nada que hacer acá. No voy a decir nada.

-En su denuncia, Schiavoni dice que usted podría ser testaferro de Oscar Thomas

-Schiavoni es libre de decir lo que quiera, en esta República hay libertad de prensa.

-¿Cómo obtuvo el dinero para comprar las 14 hectáreas?

-Estás perdiendo tu tiempo.

Rebollo cortó el teléfono y no volvió a contestar más llamadas del citado medio.

Otro de los misterios de la historia es determinar quién le vendió el predio a Rebollo. El abogado Diego Szpigiel, que trabajó junto a Schiavoni en esta causa, intentó reconstruir este tramo de la historia: “Esos terrenos eran fiscales porque en definitiva no los ocupaba nadie. Había una casa que en un momento era ocupada por un hombre que tras varios años de vivir allí pidió una prescripción adquisitiva. Tras su muerte, los familiares de este hombre continuaron con el trámite pero repentinamente aparece una escritura a nombre de Rebollo”, detalló.

En rigor, no hay registros de la operación, tal como confirmó a TN.com.ar el actual intendente de Candelaria, Daniel Luna.

“En los archivos de la municipalidad no había ninguna documentación del predio”,afirmó. El funcionario explicó que le envió una notificación a Rebollo para que presente los papeles correspondientes y que el monotributista mantiene una deuda “porque nunca pagó los impuestos”.

Semanas atrás, tras la reactivación de la causa, la justicia le requirió información para avanzar con la investigación.[/vc_column_text][vc_single_image image=”190403″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]

Entramado societario

En 2012, Rebollo asumió como presidente de la firma Arifa S.A., que había sido fundada en 2007 por Hans Geiser, un suizo de 75 años y Gabriel Rey, de 54. La esposa del monotributista, Analía Marisel Alves, también se sumó al proyecto como directora de la empresa.

Lo llamativo es que en el mismo momento en que ambos comenzaron a formar parte de la sociedad, ésta amplió su contrato social.

“Inmobiliaria, adquisición, compraventa permuta, alquiler, arrendamientos, administración y urbanización de toda clase de bienes inmuebles, urbano o rural”, estableció el nuevo convenio.

En su denuncia, Schiavoni aseguró que Rebollo solo pudo haber adquirido el inmueble con dinero “espurio o que le fue entregado por un tercero a modo de blanqueo”.

El exdiputado cree que Thomas, en realidad, podría ser el verdadero dueño del predio y que lo adquirió a través de Rebollo y Arifa S.A. Entiende que el objetivo de la maniobra fue inyectar al mercado legal dinero negro, ya que la firma en cuestión tampoco tenía la capacidad financiera para adquirir un predio de estas características. “Arifa ha sido la estructura jurídica a través de la cual se lavaron activos de dinero y por ello Rebollo ingresa a dicha empresa”, sostiene la denuncia.

La presentación también apuntó a la utilización privilegiada de información para negocios personales. Es que el predio está ubicado a la vera del Paraná, en la misma zona donde la EBY encargó las obras de puesta en valor de la costanera y proveyó de accesibilidad y servicios al lugar con el objetivo de “revalorizarlo”. Así, se adquirió un predio que tras las mejoras elevó sustancialmente su precio.

Tras la denuncia las obras en el lugar se frenaron. El pasto creció, y los cercos perimetrales comenzaron a inclinarse. Solo hay una casilla deshabitada que sirve para ahuyentar curiosos. Sin embargo, la fuga de Thomas, podría darle un nuevo impulso a un expediente que parecía paralizado, y que deberá determinar quién es el verdadero dueño del millonario emprendimiento del que todos hablan en Candelaria.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]

TN.com.ar

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