[vc_row][vc_column][vc_column_text]”Me fui del grupo”. Se separan familias enteras cuyos miembros votarán por candidatos diferentes y también viejas amistades.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”205985″ img_size=”full” alignment=”center” title=”Foto Reuters.”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Por Fernando Duclos (DPA)

Livia recibe un llamado por teléfono: es su padre que quiere hablar. Comienza gentil, luego va subiendo el tono y al final termina gritando: “Papá, entiéndelo, te tuve que bloquear del Whatsapp porque me mandabas todo el día ‘fake news’ en favor de Bolsonaro”.

A Ananda, de 26 años, le sucedió algo parecido con su madrina, gran compinche desde que era pequeña. Publicó en Facebook un texto en contra del ex militar y la mujer le respondió en forma agresiva, manifestando que en tiempos de dictadura militar Brasil era un mejor país. Ahora, no se hablan más.

La segunda vuelta de las elecciones en Brasil, que enfrentarán este domingo al ultraderechista Jair Bolsonaro contra el izquierdista Fernando Haddad, provocaron un fenómeno inusual en el gigante sudamericano: enfrentaron, por cuestiones políticas, a familias enteras cuyos miembros votarán por candidatos diferentes y también destruyeron viejas amistades.

Sergio, estudiante de ingeniería que vive en Niterói, en el estado de Río de Janeiro, le dice a DPA: “No quiero volver a mi ciudad, Campos, en donde debería votar: no tengo ganas de almorzar con mis padres, que elegirán a Bolsonaro”.

Polarizados

El clima de polarización en el que se sumergió Brasil por causa de las elecciones de este domingo se percibe en todos los ámbitos: en el laboral, en lo cotidiano, en el mundo deportivo y en el artístico.

Una muestra de ello, por ejemplo, es la gira que Roger Waters, el ex vocalista de la banda Pink Floyd, está realizando por todo el país. Cada vez que el cantante aludió negativamente a Bolsonaro, por sus discursos racistas y misóginos, buena parte del público lo aplaudió pero otros, en cambio, reaccionaron de mala manera.

Y en las familias y grupos de amigos, esa división se vio reflejada en el malestar interno entre sus miembros, en un país en el que la discusión política generalmente no provoca mayores desavenencias.

La constante comunicación telefónica, principalmente en los grupos de varias personas que se suelen formar mediante la app de mensajería instantánea Whatsapp, constribuyó a fomentar, según varios especialistas, los malos entendidos entre conocidos.

Así, en septiembre, antes de la primera vuelta, el portal “UOL”, uno de los más leídos del país, publicó un artículo titulado: “Cómo sobrevivir a las elecciones sin pelear con las amistades en los grupos de Whatsapp”.

Psicología

En él, el psicólogo Cristiano Nabuco explicó: “Desde que las redes sociales entraron en la vida de las personas, la polarización se intensificó. Incluso cuando uno tiene miles de contactos, sólo recibe las noticias que reflejan lo que uno mismo publica”. Y aconsejó: “Aléjense de las redes sociales, protéjanse del bombardeo de imágenes”.

Eduardo Barbosa, también psicológo, manifestó a la radio “Joven Pan” en la última semana: “Los aplicativos de mensajería crean una sensación de ansiedad, de querer responder todo en el mismo momento”. Además, llamó a ser tolerante y a respetar las opiniones ajenas.

O Globo

El diario “O Globo” fue aún más lejos y, basándose en las menciones de diversas palabras en Twitter, originó una estadística para demostrar cuánto habían crecido las peleas familiares en redes sociales durante la campaña electoral.

En julio, 117 personas habían escrito en Twitter la frase “Pelea en el grupo de Whatsapp de la familia”. En septiembre, un mes antes de la primera vuelta electoral, las menciones crecieron hasta 684. Con la frase “Salí del grupo de la familia”, la cifra aumentó de 95 a 296.

El diario relata incluso el caso de una pareja de Río de Janeiro que formalizó un pacto: se eliminaron mutuamente en el Facebook y prohibieron hablar de política y mandar noticias vía Whatsapp.

“Tenemos que pensar que seguiremos conviviendo al día siguiente. No podemos derribar todos los puentes, porque luego reconstruirlos puede ser complicados”, llamó a la tolerancia el psicoanalista y filósofo Pedro de Santi, citado por el periódico.

Luego de mostrar las fotos que sus amigos de la escuela primaria subieron a la red social Instagram, en la que se los ve en una manifestación a favor de Bolsonaro, Catherine se lamenta con DPA: “Es una pena, pero ya no quiero hablar más con ellos. Igual, desde chiquitos se notaba que podían terminar así”.

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