El escrutinio develó además las heridas del Frente Renovador de la Concordia, al que no le fue bien en las PASO del domingo, y donde terminaron como tercera fuerza con un número aproximado a los 150 mil votos.

Dentro del “Misionerismo” hay sectores vinculados a Carlos Rovira que sospechan que el domingo pasado hubo gente propia que no jugó para el espacio y sumaron militancia a la boleta larga de Cristina Britez, y no a las “necesidades imperiosas” del gobierno de ser, por lo menos, segunda fuerza en las PASO.

Al parecer, existen divisiones internas y grupos olvidados por el “rovirismo ortodoxo”, además de sectores que responden al “clossismo”, que sospechan que algunos sectores internos buscaban que fracasara la boleta corta para debilitar de alguna manera la posición predominante del partido que gobierno la provincia.

Con estas fuertes sospechas la interna de la Renovación vuelve a reaparecer y estaría al rojo vivo, tanto que habría una cumbre post fin de semana largo, donde participarán dirigentes, intendentes, concejales, funcionarios y ministros para intentar definir una estrategia final para octubre y revertir los 80 mil votos que los separan del Frente de Todos y colocar al menos 2 de las cuatro bancas en juego.