[vc_row][vc_column][vc_column_text]El Partido Obrero consideró que el “operativo de prevención” realizado el martes por la policía provincial representa una “alarmante ostentación” de las fuerzas de seguridad.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”106064″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Bajo órdenes del ministro de Gobierno, Marcelo Pérez y el subsecretario, Ricardo Welbach, al menos 1500 efectivos de todas las comisarías más policías de civil -con bases apostadas cada 16 cuadras aproximadamente- llevaron adelante el martes procedimientos de identificación de personas y vehículos en circulación, recorridos por algunos barrios y relevamiento de información en Posadas.
En un comunicado, el Partido Obrero cuestionó el saldo de este megaoperativo: “todo ello para obtener como resultado de la jornada el saldo ridículo de cinco detenidos por delitos menores, la retención de 12 licencias de conducir, 5 automóviles, 32 motocicletas”, expresaron desde ese partido.
“A pesar de la cantidad de denuncias y casos de violencia y abuso policial en diferentes comisarías de toda la provincia, las muertes y desapariciones en las que hay uniformados de todas las jerarquías implicados como los casos de David Gómez, Mario Golemba y Carmen Mirta Rosa (sólo por mencionar los más resonantes), el ministro Pérez se anima a instar a la polícia a ser la mejor del país: no nos olvidamos que esa policía, en la última huelga docente, fue enviada a las escuelas a tomar nota de la lista de docentes que se habían adherido al paro”, enfatizaron.
Desde el PO, resaltaron: “asistimos a un claro acto de amedrentamiento y disciplinamiento contra la población, una política de Estado que apunta a reinstalar a las fuerzas de seguridad en el orden interno en un contexto de ajuste económico, de despidos, de ataques al salario y pauperización de las condiciones de vida y los convenios laborales, y sobre todo con el objetivo de prevenir y reprimir las luchas que se organicen contra políticas de ajuste”.
En ese sentido, agregaron: “la destrucción y el vaciamiento por parte del Estado y sus personeros de la salud, la educación, y el sostenimiento del trabajo a destajo, la precarización laboral y la miseria salarial, son caldo de cultivo donde se crean situaciones de mayor vulnerabilidad que favorecen y reproducen la descomposición social. Por eso la denuncia tiene que posarse sobre las fuerzas policiales, que son las primeras organizadoras del delito, de las zonas liberadas y de la trata de personas. Los llamados “excesos” policiales, son las consecuencias inevitables del carácter de un organismo especial y jerarquizado, que tiene el control único de portar armas (y usarlas a criterio), y que ya ha demostrado que se coloca por encima del control ciudadano y que puede autonomizarse inclusive del propio Estado”.
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