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Puerta: “Gradualismo no significa ser inoperante”

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El embajador de Argentina en España fue entrevistado por el portal La Política On Line. Criticó la polarización, pero advirtió que Moncloa no es un ejemplo para Argentina.

Puerta: “Gradualismo no significa ser inoperante”

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El embajador de Argentina en España fue entrevistado por el portal La Política On Line. Criticó la polarización, pero advirtió que Moncloa no es un ejemplo para Argentina.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”118531″ img_size=”full” add_caption=”yes” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]“¿Ve ese monumento? Nos lo regaló Alemania para el primer centenario, lo interesante si se acerca a la plaza, es ver qué nos regalaron para el segundo: Son seis baldosas. Es un buen ejemplo la pérdida de peso de la Argentina en el mundo”, dice el ex gobernador, presidente por unos días, mientras señala desde el balcón de su piso en Libertador, la Plaza Alemania.

Ex gobernador, ex senador y presidente por unos días, Puerta proviene de una familia rica de Misiones, pero no se parece ni un segundo a los colegas más paquetes del gabinete de Macri. Una vida en el peronismo lo atravesó para siempre, con lo bueno y lo malo que ese movimiento produce sobre las personas. Una dualidad con la que Puerta juega divertido una y otra vez: “En los dos últimos actos que estuve me robaron la billetera, y eso que yo conozco bien a mis compañeros”, festeja.

En el gabinete ven a España como un actor clave para facilitar la reinserción de Argentina en el mundo ¿Es así?

Están en lo cierto. Yo tengo relación con España desde 1978, desde la restauración democrática y ahora como embajador comprobé que es aún más fuerte de lo que suponía. También es cierto que el anterior Gobierno durante doce años, primero desperdició esa relación y luego se peleó.

Se pelea con la estatización de las acciones de Repsol en YPF…

Ese fue quizás el elemento emblemático, pero no hay que olvidarse que Néstor Kirchner dejó esperando al Rey Juan Carlos dos horas en Rosario, antes de lo de Repsol. En el 2003 acompañé al presidente Kirchner a España en lo que fue su primer viaje al exterior. Y en ese momento lo dejamos al Rey esperando 45 minutos y lo hicimos porque Néstor quería dejarlo esperando, estábamos sentados él y yo en la Embajada. Ahora siempre recuerdo: “Pensar que acá estuvimos una hora esperando para llegar tarde”.

¿Pero lo hacía a propósito?

Claro.

¿Cómo una demostración de poder?

Sí, él creía que demostraba poder y en realidad era un acto de mala educación. Pero ¿porqué cuento estos detalles? Porque si los vas encadenando entendés porque ellos creían que de parte de Argentina no había una utilización inteligente de lo que es España.

Gobiernos anteriores sí lo utilizaron. Alfonsín visitó seis veces España en visita oficial y Menem dos. Para ir al presente, España sin dudas es nuestra nave insignia ante Europa y quizás en este momento ante el mundo. Porque con Trump y el Brexit el mundo está en un momento de imprevisibilidad y España es previsible. No sólo por tener un Rey, sino por tener un sistema de partidos fuertes y ser una gran conocedora de Argentina.

Un español mira a los ojos a un argentino y sabe que piensa, y viceversa.
¿Macri le pidió algo en particular en este proceso de reinserción?

El esfuerzo central de Macri es lograr inversiones. Con inversiones hay crecimiento económico y con este se genera empleo y se reduce la pobreza. Y España es un destino importante para las exportaciones argentinas y de captación de recursos.

España tiene tres bancos importantísimos: BBUV, Santander y La Caixa. Están entre los diez más fuertes de Europa y los dos primeros tienen un posicionamiento muy fuerte en la Argentina. No porque crea que el negocio financiero es lo importante, sino porque es el primer paso de cualquier inversión.

Sin embargo, hasta ahora no se ha visto ese boom de inversiones que vaticinó Macri…

En lo financiero sí, el Santander acaba de comprar la filial argentina del Citi. Pero ese proceso a partir de la reaparición de Cristina tuvo un compás de espera. En el primer año y medio de Macri se dieron pasos más rápidos para atraer inversiones que incluso en los primeros años de la década del noventa, que fue la década con mayor inversión externa. En aquel entonces se tardó dos años y medio en que llegaran las primeras inversiones.

Pero veníamos de una hiperinflación…

Y ahora veníamos de doce años casi de chavismo, problemas distintos, pero que generan falta de confianza.

¿Cómo impacta en España la posibilidad de un triunfo de Cristina en octubre?

Yo tengo la visión de un peronista, creo que la Argentina necesita un peronismo republicano, democrático y federal, tres palabras claves de nuestra Constitución. Federal: Los 24 distritos tenemos que participar de la reconstrucción del peronismo. Democrático: No tenemos que ir atrás de un líder sino de un esquema de elecciones que nos pongan a los candidatos que surjan de las internas. Republicano: Porque tenemos que respetar las instituciones.

¿Cuál es la institución más importante cuya reconstrucción está pendiente? Los partidos políticos. Argentina necesita partidos fuertes y es preocupante que se pueda armar un partido prácticamente en 24 horas. Eso hizo que las PASO terminen siendo inútiles, no son las PASO las que están de más, sino un sistema perverso de creación de partidos.

No me contestó como procesan en España y Europa esta Cristina candidata con posibilidad de ganar…

El mundo está sorprendido, porque vio los bolsos de José López, lee que los hoteles de Cristina estaban ocupados por huéspedes que no existían y la factura la pagaba el Estado.

Pero, ninguna de las empresas que operan aquí desconocen la realidad de Argentina. Algunas miden los tiempos, otras van más rápido y otras quieren esperar ciertas señales. Pero lo concreto es que Argentina es un gran mercado, con muchos menos riesgo que otros mercados donde invierte España, como África.

¿Se equivocó el gobierno en buscar la polarización con Cristina?

Yo no comparto esa estrategia, yo soy partidario de buscar el entendimiento entre oficialismo y oposición, lo que significa no que la oposición cogobierne, sino que sea alternativa, para que consolide lo bueno.

Ahora esto se logra con un peronismo federal, republicano y democrático. Los argentinos alguna vez tenemos que asumir el compromiso de llegar después del éxito del que está.

Sin embargo importantes asesores del Presidente ven esa propuesta como peligrosa porque entienden que si el peronismo se une, se democratiza y procesa un liderazgo más moderno que el de Cristina, les ganan las elecciones.

¿Y que pecado es que le ganemos? Pero primero hay que decir que esto no va a ocurrir tan rápido. Y segundo que acá no se trata de ganar elecciones sino de gobernar. Con un peronismo como el que yo propongo se gobierna mejor, con una oposición como Cristina no juego una ficha a favor de la gobernabilidad.

El peronismo es la armonía, el entendimiento del capital y el trabajo, no es la lucha de clases. Entonces creo que se equivocan quienes creen que es peligroso un peronismo que gane elecciones.

Usted conoce de primera mano la experiencia de los Pactos de la Moncloa, idea que le han acercado a Macri importantes dirigentes de su coalición como Michetti, Monzó y Sánz. Y sin embargo se han chocado con el rechazo frontal de Durán Barba que considera que una foto de pacto de Macri con peronistas es negativa para la imagen del Gobierno.

El ejemplo de la Moncloa no sirve para Argentina, esto es para España ¿Y porqué digo esto? Porque la Moncloa surge luego de redactar una Constitución liberal que prohíbe la existencia de empresas del Estado, que es fundamental y nosotros no lo tenemos. Acá tenemos que ir a un acuerdo como el que propuso Perón en los setenta, cuando con Gelbard, habló de la confluencia de gremios y empresarios. Nosotros necesitamos una mesa más grande, no alcanza con los partidos.

Con un agravante, nosotros no tenemos partidos, tenemos una democracia de personas. Yo me asombro cuando veo gente con estudios universitarios que dice orgullosa: “Yo no voto partidos, voto personas” y se cree que dice una genialidad, cuando está repitiendo una idea de atraso feudal. Tenemos que entender que la democracia se maneja a través de partidos y no estamos yendo en esa dirección.

¿Cómo hace el peronismo para reconstruirse como partido cuando por un lado está Cristina yendo a elecciones nada menos que en la provincia de Buenos Aires sin el PJ y por el otro una serie de gobernadores, sin un líder claro?

Eso es muy bueno. Además, Cristina nos dio una buena mano yéndose del peronismo.

Pero puede volver…

Bueno, depende de nosotros. Si somos incapaces de reamar el peronismo puede volver hasta López Rega, que está muerto.

Por eso cuando los compañeros me preguntan: “Detrás de quién vamos”, yo les contesto, “por favor detrás de nadie, todos adentro del partido y votemos como se hizo cuando fue Menem-Cafiero”. Si hoy vamos detrás de un jefe estamos muertos. Por supuesto que queremos ganar elecciones, pero para ganar tenemos que ser mejor que el que está. Pero queremos construir sobre el éxito de Macri, mientras que Cristina necesita su fracaso para volver.

¿Massa está contemplado en ese planteo?

Massa es una persona que mide bien en la provincia de Buenos Aires, así que bienvenido.

¿Pero quien sienta a los peronistas en esa mesa que usted imagina?

El 2019. Ahora no nos pudimos sentar porque se eligen diputados y un diputado a lo sumo nombra dos secretarios. En el 2019 se eligen intendentes y gobernadores y ahí hay muchísimos cargos para ocupar y el olfato de poder de los peronistas los va a ordenar.

Lo que si tenemos que cambiar es el nombre, como hicieron los laboristas en Inglaterra que se cansaron de perder elecciones como Partido Laborista, hasta que le cambiaron el nombre y le pusieron “New Labour” y ganaron (risas), por eso yo propongo “Nuevo Peronismo”, que es un buen nombre.

¿Qué le dice Macri cuando le comenta estas ideas?

Macri tiene todo el derecho a pensar que nosotros queremos organizar un peronismo más moderno para ganarle ¿Pero acaso eso es un pecado? Además, no va a resultar sencillo puede ser que lo consigamos recién en 2023.

Bueno, él no es peronista. Pero es evidente que él tiene derecho a pensar que estamos queriendo ganarle nomás, pero yo juro y rejuro que lo que queremos gobernabilidad para el que está y llegar después del éxito del que está. Y ojo que llegar no quiere decir que lleguemos en el 2019, puede ser en el 2023.

Usted dice sin embargo, que aún cuando haya un gran acuerdo, el peronismo no debería integrar el gobierno…

Claro, porque soy partidario de la existencia de oficialismo y oposición. Oposición no es enfrentar, pero si ser alternativa, por eso no podemos cogobernar.

En diálogos con algunos gobernadores peronistas encontré dos posiciones comunes: Ninguna quiere que vuelva Cristina, pero también están enojados con Macri porque dicen que hay mucho diálogo y promesas de obras y demás, pero luego concentra obras y recursos en la Capital y la provincia de Buenos Aires…

Ese comentario yo también lo escucho. Pero creo que la verdad puede estar a mitad de camino.

El gobierno eligió una senda que ellos denominan gradualismo y por momento parece que se van quedando a la mitad de camino de todo, dejando enojados de todos lados.

Yo soy gradualista en mi vida, pero ser gradualista no quiere decir que se sea inoperante y si uno le da gran velocidad al gradualismo, deja de serlo. El asunto es encontrar el punto intermedio. Hasta donde el gradualismo es gradualismo o simplemente un discurso que no arranca o un discurso que pretende dejar tranquilos a sus supuestas víctimas y choca.

¿Cómo ve el sistema político de España luego de la irrupción de Podemos?

España pasó de un bipartidismo que surge de 1977 a un sistema de cuatro partidos, pero son cuatro partidos, no cuatro personas. En Argentina creemos que tenemos muchos partidos y tenemos muchas personas.

¿Cambiemos no es un partido?

Es un frente de Macri con Sanz y algunos dirigentes más. Nosotros tenemos que saltar de la discusión de partidos a partidos.

Esa discusión el peronismo ya la tuvo con la renovación…

Y nos fue bien… cuando nos manejamos con la democracia, recuperamos en 1989 un país que estaba en la oscuridad, sin reservas, sin infraestructura y en hiperinflación.

(Por Ignacio Fidanza/LPO)

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