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Quieren quitarle a Marcos Peña, el poder para reasignar partidas

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Lo pidieron los diputados nacionales Bossio (Justicialistas) y Lavagna (Frente Renovador Federal) en el debate del Presupuesto nacional 2019. Dujovne no descartó una ampliación del crédito del FMI.

Quieren quitarle a Marcos Peña, el poder para reasignar partidas

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Lo pidieron los diputados nacionales Bossio (Justicialistas) y Lavagna (Frente Renovador Federal) en el debate del Presupuesto nacional 2019. Dujovne no descartó una ampliación del crédito del FMI.[/vc_column_text][vc_media_grid element_width=”6″ grid_id=”vc_gid:1537534861408-12883f22-83fa-9″ include=”198856,198858″][vc_column_text]CAPITAL FEDERAL. Nicolás Dujovne fue a responder preguntas del presupuesto en la Cámara de Diputados y los sectores del peronismo que el Gobierno cuenta como aliados para aprobarlo advirtieron que esta vez no habilitarán a Marcos Peña a reasignar partidas a gusto.

Se trata de una vieja práctica de los jefes de Gabinete habilitada cada año, pero en una época de déficit cero la oposición pide dar vuelta la página.

“Si hay recursos adicionales pretendemos que el Congreso decida si van a pagar la deuda, a crear un fondo anticíclico o a gasto social. Si estuviéramos en otro momento estaría bien”, sorprendió Diego Bossio, que integra el interbloque Argentina Federal, donde está la ayuda que espera el Gobierno para aprobar el presupuesto.

“Si hay recursos adicionales, que el Congreso decida si van a pagar deuda”, exigió Bossio. Cambiemos no quiere que le cambien el presupuesto en el recinto.

Como explicó LPO, hasta ahora no cuentan más de 135 votos seguros, seis más que el quórum, pero no quieren llegar a la sesión con el riesgo de sufrir modificaciones en la votación en particular y enviar al Senado un texto con artículos incómodos para Mauricio Macri.

Los superpoderes a Peña están contemplados en el artículo 8, que lo autoriza, previa venia del Ministerio de Hacienda, a  “introducir ampliaciones en los créditos presupuestarios” y “establecer la distribución en la medida que sean financiadas con fuentes de financiamiento de organismos internacionales y/o Estados extranjeros”. El artículo siguiente lo habilita a ampliar fondos surgidos por recursos propios “de afectación específica”, “donaciones” y “remanentes”.

“No debe haber temor porque vamos a tener equilibrio primario. Si hay fondos adicionales no serán para gasto corriente”, intentó tranquilizar un tenso Dujovne. “Si no hay que financiar el gasto corriente, entonces estos artículos pueden eliminarse”, sugirió Marco Lavagna, del Frente Renovador, un bloque opositor que Cambiemos no cuenta para la sesión.

Lavagna puso la mira en la abultada de deuda externa. “Los intereses eran el 6% del presupuesto en 2015 y ahora son el 18%”, se alarmó. Consideró excesiva la habilitación para seguir de road show. “Sólo en títulos públicos hay 60 mil millones de dólares de deuda autorizados, cuando la necesidad de financiación es de 28170. Lo mismo pasa con los programas de compra de Lebac”, denunció.

Dujovne explicó que en el presupuesto no figuran los recursos del FMI y si no llegaran irán a buscar fondos al mercado de deuda. Y que letras del Banco Central que rescata el Tesoro son semestrales y por eso los montos del rescate se multiplican en los balances.

El ministro de Hacienda llegó una hora tarde al anexo C de la Cámara de Diputados, donde lo esperaba el pleno de la Comisión de Presupuesto, y la demora enfureció a la oposición, disconforme con los powert point que exhibió para hacer tiempo el subsecretario de Coordinación de Políticas Macroeconómicas, Federico Filippini.

“No me siento representada por ese funcionario. ¿Qué tiene que hacer el ministro que no llega?”, se molestó Graciela Camaño. “Está cruzando la vereda. Salúdenlo”, bromeó Mario Negri.

Apurado, Dujovne omitió un discurso introductorio y respondió preguntas con frases cortas y sin definiciones fuertes. Se negó a hablar de la negociación con el FMI, aun cuando Bossio le exigió aclarar si era cierto que se ampliaría 20 mil millones de dólares el crédito, pero descartó una dolarización de la economía como sugirió un funcionario de Estados Unidos.

“No puedo adelantar el resultado de la negociación con el FMI. Lo que sí quiero decir es que la Argentina no está embarcada en ninguna negociación de ningún esquema cambiario de las cualidades que se mencionan. No hay ningún cambio en el esquema monetario”, respondió.

Negó que evalúe reestructurar la deuda, ante la polémica por la modificación de la ley de administración financiera. “La normativa vigente establece que para efectuar un canje de deuda hay que cumplir tres condiciones, pero eso hoy no nos permite llevar adelante operaciones que mejorarían el perfil del endeudamiento de la Argentina. Por ejemplo, no distingue la deuda en pesos de la deuda en dólares”, explicó.

Defendió la creación de un fondo fiduciario para asistir a los programas de Participación Pública Privada (PPP), frenados por los problemas financieros y porque muchas empresas adjudicatarias quedaron en la mira por la causa de los cuadernos.

Recordó que en el Lava Jato la economía de Brasil se derrumbó pero luego recuperó el rumbo, suficiente para ganarse o los abucheos del kirchnerismo, representados por la furia de Axel Kicillof.

“El presupuesto de educación cayó un 23 por ciento. Los intereses de la deuda externa crecieron un 50 por ciento 2 años. Se perdieron 83 mil puestos de trabajo. Dijeron que los trabajadores no pagarían ganancias, y pagan 1 millón más. ¿Hicieron una buena?”, se indignó el ex ministro.

“Si hubiéramos seguido de largo, miremos Venezuela, con 85% de pobreza, con un drama humanitario, con su población emigrando del país. Eso nos podría haber pasado si continuábamos con las políticas equivocadas de la administración precedente”, respondió el ministro.

Sus secretarios estuvieron mucho más relajados. Santiago Bausilli, de Finanzas, detalló sin titubear los intereses que pagará el país en los mercados de crédito. “Es un 4% en el FMI, 7% en los mercados y 3 reales en pesos. O sea, por encima de la inflación”, señaló.

Rodrigo Pena, de Política Económica, desmintió una liquidación del Fondo de Garantías de Sustentabilidad de Anses. “Se autoriza a utilizar el producido para pagar la reparación histórica, como ya marcan la ley vigente”.

El ministro de Energía Javier Iguacel llegó tarde y derrochó optimismo: aseguró que por la producción récord de Vaca Muerta y “el éxito” de la las licitaciones de renovables, las tarifas de gas encontraron un punto de equilibrio y acompañarán la inflación. “Salvo que haya excesos de las distribuidoras locales”, aclaró.

El socialista Luis Contigiani anticipó que dará pelea para evitar gravar con Ganancias a cooperativas y mutuales de crédito. El miércoles se presentará en la comisión Rogelio Frigerio, el jueves las autoridades de la Oficina de Presupuesto y la oposición quiere más funcionarios para la otra semana.

“Pedimos la visita del presidente del Banco Central, porque estuvo en la firma del acuerdo con el FMI”, comentó Bossio. Y pidió por Carolina Stanley e Iguacel, que al rato apareció. El resto quedó invitado.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]

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