Política

Ratifican que el financista K Ernesto Clarens lavaba dinero de la obra pública del gobierno de Cristina

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En un fallo trascendente, la Cámara Federal porteña ratificó su procesamiento y junto al de otros imputados en un caso conexo al que está bajo juicio oral desde 2019, en el que la vicepresidenta es la principal acusada.

Ratifican que el financista K Ernesto Clarens lavaba dinero de la obra pública del gobierno de Cristina

BUENOS AIRES. La Cámara federal porteña confirmó este viernes el procesamiento del financista Ernesto Clarens, junto con Sergio y Fausto Gotti y otros imputados por haber utilizado una estructura societaria y financiera para el lavado de unos 160 millones de dólares.

Según informó Clarín, los camaristas dieron por corroborado que parte de los fondos obtenidos de la obra pública concedida por el gobierno de Cristina Kirchner a Lázaro Báez fue volcada a operaciones de blanqueo.

Cabe recordar que este expediente es conexo al expediente sobre la presunta corrupción en la obra pública, donde la vicepresidenta y Báez están siendo juzgados por asociación ilícita y defraudación al Estado.

Según el matutino porteño, los jueces Mariano Llorens, Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi confirmaron la evaluación de las pruebas que había enumerado el juez Julián Ercolini cuando procesó a Clarens y el resto de los acusados.

Foto: Reuters

La investigación de Pollicita

En 2019, la fiscalía de Gerardo Pollicita avanzó en la investigación sobre el movimiento de fondos de Clarens, el financista que supo ser dueño de Invernes SA. Se trata de la firma que tuvo autorización para el cobro de certificaciones de obra que provenían del Estado a nombre de Gotti SA.

Justamente, esa empresa, como todas las que hacían obras públicas en Santa Cruz, fue absorbidas por Lázaro Báez a través del Grupo Austral. Al respecto es pertinente recordar que el gobierno de Cristina Kirchner favoreció a ese holding de Báez, con 52 contratos viales por 46.000 millones de pesos.

De esta investigación se desprende una ruta de dinero millonaria que ahora dio por probada el juez Julián Ercolini, cuando procesó por el delito de blanqueo al financista K.

“Se ha podido corroborar una nueva operatoria criminal por medio de la cual la asociación ilícita ya investigada desplegó un proyecto delictivo, bajo la conducción de Lázaro Báez y Ernesto Clarens —con la colaboración de una gran cantidad de individuos—”, sostuvo el magistrado en su fallo, ahora ratificado por la Cámara Federal porteña.

Según la investigación, los acusados realizaron un conjunto de maniobras sobre una porción importante de los “fondos sustraídos al Estado Nacional a través del fraude en la obra pública”. El cálculo inicial arroja 502 millones de pesos, “equivalentes a 160 millones de dólares aproximadamente, a la cotización oficial de entonces”.

Un mecanismo de reciclaje en la ficción de costos inexistentes

Para la justicia, lo que se puso en marcha fue un “mecanismo de reciclaje basado en la ficción de costos inexistentes, con el objetivo de dar a dichos fondos apariencia de licitud, alejándolos de su origen espurio y convirtiéndolos en efectivo, lo que obstruyó para siempre su seguimiento”.

Desde luego, como toda maniobra de lavado de dinero, requiere de un delito precedente. En este caso, se determinó que como en otras investigaciones por blanqueo que involucran a Lázaro Báez, a la familia Kirchner y a parte de su entorno, el origen de los fondos que se aplicaron a dichas operaciones es el otorgamiento de obra pública vial.

Vinculada al caso que llevó a la vicepresidenta a su primer juicio por corrupción, la acusación sostiene que en “detrimento del erario público”, entre los años 2005 y 2009 “se llevó adelante un mecanismo de reciclaje de una parte importante de ese dinero a través de la ficción de costos inexistentes, con el fin de otorgar a dichos fondos apariencia de licitud, distanciándolo de su origen delictivo en la defraudación al Estado Nacional”.

Así, Báez y Clarens junto a un grupo de colaboradores realizaban sucesivas intermediaciones comerciales y financieras bajo apariencia de costos inherentes a las obras públicas, pero carentes de propósito comercial real, destinadas a otorgar “ropaje de licitud a 502 millones de pesos”. En otras palabras, fingían gastos y servicios entre empresas vinculadas entre sí. Según especificó el fiscal, esos gastos no ocurrieron efectivamente.

Esta hipótesis del fiscal, convalidado por el juez Ercolini con los procesamientos, fue ratificada ahora por la Cámara Federal.

Cabe recordar que Clarens es uno de los “arrepentidos” aceptados en la causa de los Cuadernos de las Coimas.

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