Reforma previsional: continúa el debate

[vc_row][vc_column][vc_column_text]La sesión se extiende por más de 10 horas; Cambiemos rechazó el pedido de vuelta a comisión del proyecto de ley; se vivieron momentos de tensión dentro y fuera del Congreso.[/vc_column_text][vc_single_image image=”150540″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]Insultos, acusaciones, chicanas cruzadas. En un clima de tensión, protestas e incertidumbre, la Cámara de Diputados se encamina esta mañana a convertir en ley la reforma previsional, una norma con la que el Gobierno pretende ahorrar unos 60.000 millones de pesos en 2018. En este segundo intento de aprobar la ley, tras la frustrada sesión del jueves último, el oficialismo hizo caso omiso de los insistentes reclamos de la oposición para que se levantara la sesión: está confiado en que reunirá los votos para sancionar la iniciativa esta mañana con el apoyo de un sector del PJ no kirchnerista.

Para reforzar el respaldo al proyecto, la Casa Rosada logró que varios gobernadores se reunieran en el Congreso. La oposición intentó desde temprano que se frustrara la sesión para repetir lo logrado el jueves pasado. En el interior de la Cámara baja, los legisladores kirchneristas -por momentos a los gritos y con una ristra de acusaciones contra el Gobierno- intentaron a lo largo de cuatro horas que se suspendiera el debate. No lo consiguieron.

Chicanas cruzadas, acusaciones, gritos, insultos fueron parte de la postal de lo que se vivió en el Congreso de la Nación: mientras el kircherismo, la izquierda y el Frente Renovador reclamaban el levantamiento de la sesión, los diputados del oficialismo y de un sector del PJ se mantenían inmutables en sus bancas. En dos oportunidades se votó el levantamiento de la sesión: fueron rechazadas.

Durante las últimas horas del lunes y la madrugada de este martes, mientras transcurría el debate en Diputados, en algunos barrios de la ciudad se escuchaban cacerolazos y bocinazos en las calles. Un importante número, empezó a marchar hacia el Congreso, donde se quedaban en una especie de vigilia.

Cerca de las 3 de la mañana, cuando ya se cumplían unas seis horas de sesión en el recinto, se desplegó un sorpresivo operativo de la policía de la Ciudad en el que se comenzó a disparar balas de goma contras los manifestantes que se encontraban ubicados en la zona aledaña al Congreso. Según constató LA NACION, los presentes aguardaban los resultados de la votación cuando oficiales que conducían motos de la fuerza de seguridad despejaron la zona a los tiros.

Por su parte, altas fuentes del ministerio del Seguridad de la Ciudad hablaron en exclusiva a este medio y expresaron que los manifestantes “empezaron a tirar piedras” a los agentes de la policía de la Ciudad en la zona del vallado ubicado en la intersección de las calles Rodríguez Peña y Rivadavia. En ese contexto, “salieron a dispersarlos”. “No salimos a cazar gente. Garantizamos que se realice la sesión en el marco de un debate democrático que es lo que debe hacer el Congreso y en función de eso, cuando finalice, si no hay hechos violentos, nosotros nos retiramos. Sería una pena transformar un tema político en un tema de seguridad”, añadieron.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]