Los delegados de los estados
miembros de la agencia nuclear de la ONU aprobaron por consenso el nombramiento
del primer sudamericano que llega al máximo cargo del organismo dedicado
atender los riesgos y amenazas, y también todo el potencial de la tecnología
atómica.
Grossi, de 58 años y hasta ahora embajador argentino en
Austria y ante los organismos internacionales en Viena, sucede en el cargo al
japonés Yukiya Amano, fallecido el pasado 18 de julio, y tendrá un mandato de 4
años en la OIEA.
En una breve ceremonia, el nuevo director general prestó
juramento del cargo, destacando su lealtad de hacer cumplir las funciones de
forma imparcial, sin interferencia de ningún Estado u otros actores políticos.
En su primer discurso tras ser elegido, Grossi destacó el
importante rol del OIEA para asegurar que ningún material nuclear sea desviado
para fines no pacíficos.
“Nadie puede hacer lo que nosotros hacemos, nadie puede dar
la garantía que nadie esté desviando materiales nucleares. Esa es la fortaleza
del organismo”, señaló el nuevo director general.
Según Grossi, el trabajo del OIEA “va más allá de la no
proliferación (nuclear) sino que incluye beneficiar a las personas en todo el
mundo, por ejemplo, en el tratamiento del cáncer”.
El nuevo director general agregó que los beneficios de las
técnicas nucleares para la seguridad del agua y de los alimentos, “para mejorar
la vida de forma concreta” de todos.
Grossi se impuso en el proceso de elección de este cargo al
rumano Cornel Feruta, hasta ahora director general interino tras la muerte de
Amano, precisó la agencia de noticias EFE.
El argentino asume el cargo al frente del OIEA en un momento
delicado en la disputa en torno al polémico programa nuclear de Irán, cuyas
actividades son vigiladas y verificadas por los inspectores del organismo.
Un argentino asumió al frente del Organismo Internacional de la Energía Atómica de ONU
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