POSADAS. Tras las detecciones en el norte de Misiones, finalmente, el caracol gigante africano (Lissachatina fulica) llegó a Posadas, posiblemente transportado en plantines. Este lunes, vecinos del barrio Santa Rita alertaron a las autoridades sobre la presencia de la peligrosa especie invasiva, considerada una plaga a nivel mundial. Ante esto, personal del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) constató la presencia de los caracoles gigantes africanos. Primero encontraron 3 ejemplares y ahora encontraron 15 más.
“Lamentablemente la plaga ya llegó a Posadas. Presumiblemente a través de tierra o plantas traídas de otra zona con presencia, ya que hicimos una pesquisa y la familia reconoció que se trajo algunos ejemplares de tierra y planta donde pudieron haber transportado huevos”, declaró el coordinador Regional de Protección Vegetal en SENASA, Carlos Benzo, en diálogo con un conocido matutino posadeño.
El procedimiento contó con la asistencia de expertos del Ministerio de Ecología de Misiones, se constató que fueran los caracoles africanos y se procedió a la eliminación de los individuos hallados. La denuncia de la aparición se hizo el jueves a última hora, por lo tanto, durante la jornada del viernes se procedió a la verificación.
Arrancó el monitoreo y dónde llamar ante la presencia de la plaga
Este jueves, 32 agentes del Senasa recorrieron las casas cercanas al foco detectado hace unos días. Se identificaron 15 ejemplares de este molusco y se recolectaron otros. Participaron el Ministerio de Ecología provincial y distintas áreas de la Municipalidad local: epidemiología, ambiente, adultos mayores, saneamiento ambiental y descacharrización, informaron desde el organismo nacional.
En caso de avistamiento de un caracol grande, se debe realizar la denuncia a través de un mensaje de texto o de WhatsApp al teléfono 3764-883555 del Ministerio de Ecología (Ecología Te Escucha). Esta es la línea habilitada para este tipo de avisos y otros relacionados a caza y pesca furtiva en toda la provincia. También se puede denunciar toda actividad que vayan en contra de la protección del medio ambiente.
Cabe recordar que los caracoles gigantes africanos viven de 5 a 9 años. Y ponen unos 300 huevos hasta 6 veces al año, por lo que tienen una altísima capacidad de reproducción.
Cómo se los distingue y por qué son peligrosos
Las autoridades recomiendan no tocar a estos caracoles, que se distinguen por poseer un caparazón o conchilla grande, de color castaño o marrón oscuro en general, con bandas longitudinales “a lo largo del caparazón” castaños claras y oscuras irregulares. Además de la forma cónica del caparazón, con un truncamiento o corte en la base de la columna, el borde de la apertura del mismo, es “filoso”. Estos caracoles pueden llegar a medir hasta 20 cm. de largo.
Recomiendan, en caso de tocarlos siempre usar guantes o alguna bolsa de plástico en las manos para evitar el contacto directo. También se sugiere colocarlos en un recipiente para proceder a su eliminación con sal. Y luego enterrarlos directamente a la tierra, sin el recipiente.
Este caracol es peligroso porque trasmite parásitos y bacterias que pueden causar la muerte a personas y animales. Asimismo, a través de su baba este caracol transmite parásitos y bacterias que pueden causar enfermedades graves en el sistema nervioso central como la meningoencefalitis eosinofílica. Y enfermedades digestivas como la ileocolitis eosinofílica. También pueden transmitir la esquistosomiasis, una enfermedad que puede derivar en el cáncer de vejiga.
