Antes de ingresar a la morada, los policías dialogaron con una vecina que supuestamente las cuida y el jueves autorizó el ingreso al inmueble para corroborar la situación manifestada por en el llamado al Centro Integral de Operaciones.
Ya dentro de la casa, los efectivos constataron que una de las habitaciones estaba a oscuras y tras colocar un foco visualizaron que estaban la abuela de 86 años y su hija de 46, cada una de ellas acostada en su respectiva cama. Cabe resaltar que faltaba ventilación y había signos de falta de higiene.
Inmediatamente intervino además el Gabinete Interdisciplinario de la Comisaría de la Mujer Oeste y se arbitraron los medios para la asistencia médica, a través de la Red de Traslados.
Por medio de un trabajo articulado con Salud Pública se hace un segumiento del estado de madre e hija.