Barrio El Faraón, ubicado en la ciudad hace más de 30 años, es hogar de más de 300 personas que atraviesan diversas dificultades sin solución. A pesar de los reclamos y esfuerzos de la comunidad, problemas como la falta de alumbrado público, inseguridad, y la ausencia de una parada de colectivo en la colectora siguen sin ser atendidos por las autoridades locales.

María Vera, presidenta del barrio, comentó que desde que asumió la presidencia, ha luchado por mejorar las condiciones del vecindario. “Me fui a movilidad urbana y prometieron poner más paradas. Hicimos reclamos en la municipalidad y nos dijeron que están colocadas, pero no es así”, explicó Vera.

La parada más cercana se encuentra en la Avenida 147, mientras que la siguiente está a varios kilómetros, en la Avenida Monseñor de Andrea. “Estamos así hace unos 4 años. Hicimos notas, pero no tenemos solución. Somos un barrio humilde y la gente tiene que caminar largas distancias para tomar el colectivo, sobre todo de noche y madrugada”, agregó, resaltando la incomodidad y peligrosidad de la situación para los vecinos.

Por otro lado, Artibio González, residente del barrio, destacó otros problemas urgentes como la falta de iluminación y el mal estado de las calles. “Necesitamos iluminación, los focos están quemados y no fueron reparados. Además, en la calle 140 se inunda, y con las obras de cordón cuneta que están planificadas, las viviendas quedarán a un nivel más bajo, lo que va a perjudicar a cuatro o cinco casas”, advirtió.

También, hizo hincapié en la necesidad de una boca de tormenta para el desagüe, ya que la situación podría empeorar con las lluvias. “A la noche transitan personas desconocidas y en forma sospechosa. Es una zona peligrosa”, añadió.

Teresiña Da Cruz, otra vecina del barrio, también se expresó sobre los problemas de alumbrado público y los costos excesivos en las facturas de electricidad. “Estamos pagando un boletazo. EMSA pone el número que quiere, miran el medidor y ponen lo que quieren. No podemos pagar lo que nos exigen”, denunció Da Cruz. Además, relató que, aunque hace años se comenzó a trabajar en el empedrado de las calles, el servicio de alumbrado nunca fue reparado.

“Los cables que pasaban por la calle iban al poste y tenían un foco colgante. La gurizada rompió el foco y nunca más tuvimos luz. Hace tres años que estamos sin alumbrado público, y seguimos pagando como si tuviéramos el servicio”, agregó, indignada por la situación. Para poder atender a sus clientes, algunos vecinos han tenido que comprar focos y colocarlos en sus paredes, a su propio costo.

Los vecinos del Barrio El Faraón continúan exigiendo soluciones concretas y urgentes por parte de las autoridades locales, mientras enfrentan diariamente condiciones de vida que no se corresponden con lo que merecen.