POSADAS. “Viene un colectivo cada tanto y la gente se desespera por subir”, señaló Celeste De Lima desde la Terminal de Transferencia Quaranta.
“Ni en los colectivos se respeta el distanciamiento social, no hay ni alcohol en gel en cada micro. Es una vergüenza”, expresó. Al mismo tiempo, indicó que al haber menos frecuencias, suben más pasajeros en cada unidad incumpliendo cualquier protocolo por coronavirus.
La usuaria reveló que fue a quejarse con los inspectores del Grupo Z, pero se le rieron en la cara. “Tanto quieren facturar y no ponen refuerzos. Cuando hacés la queja, no te dan solución”, sostuvo.