POSADAS. Este sábado, una joven de 23 años se presentó en la Comisaría 14ª de Posadas, para exponer que días atrás llegaron familiares de los dueños del restaurante en el cual ella trabaja, procedentes desde China, quienes habrían ingresado a la Argentina a través de Paraguay, y que luego tanto ella como sus compañeros de trabajo habrían empezado a tener síntomas compatibles con los del coronavirus COVID-19.
También manifestó que sus empleadores no querían que asistieran a atenderse a un centro médico para evitar el cierre de su negocio. Según la joven, en el Hospital de Fátima le ordenaron el aislamiento correspondiente.