
Los delincuentes cruzan el barrio desde áreas como Sesquicentenario, Paraíso y San Onofre, entre otros, aprovechando la oportunidad para robar puertas, portones y adentrarse en viviendas a cualquier hora del día o la noche. Además, personas en motocicletas se hacen pasar por trabajadores para espiar y cometer ilícitos.
Recientemente, en plena luz del día, una vivienda de un funcionario del servicio penitenciario fue violentada. Los ladrones ingresaron, se llevaron lo que pudieron y dejaron lo que no lograron llevar listo para ser recogido. Aunque la Comisaría y personal motorizado realizan recorridos frecuentes, los robos siguen ocurriendo con regularidad.