POSADAS. “Fue una experiencia única de vida y, en lo personal, una satisfacción enorme. Nunca me imaginé hacer semejante viaje en bicicleta”, manifestó Gabriel Enríquez (47), tras llegar a Posadas desde Lanús Este (Buenos Aires) pedaleando.

“Vine con mi pareja, mi compañera de ruta. Antes de salir hicimos una hoja de ruta de 150 kilómetros por día. Nos levantábamos muy temprano, tipo 4 de la mañana, para empezar a pedalear”, contó.

El ciclista señaló que viajaron con una carpa, fueron parando en campings y hospedajes. “Por el camino fuimos encontrando gente muy linda por el camino, nos dejaron lindos recuerdos. Gente muy solidaria que se ha brindado de corazón. En lugares que jamás habíamos escuchado”, reveló.

Ocho días les llevó esta travesía, “Teníamos nuestra casa encima de las dos bicis”, dijo Gabriel. Se equiparon con colchonetas, la carpas, anafe y sobre todo mucha agua. “La hidratación es muy importante. Podés pasar muchos días sin comer, pero no sin hidratarte. Por día ingeríamos entre 11 y 17 litros de agua. Al final del día ingeríamos algo dulce para recuperar un poco de azúcar”, detalló.

La emoción de sus padres

Ela, madre de Gabriel, se mostró muy emocionada por el viaje de su hijo. “Él está ten lejos de mí. Es un orgullo muy grande”, dijo.

“Hace 27 años que vive en Buenos Aires. Terminó la secundaria, empezó a trabajar, se fue y nunca más volvió. Estaba emocionada por su aventura, pero también tenía miedo por el tiempo y la inseguridad, pero acá está, en casa, para mimarle un poco. Quisiera que no se vaya, pero los hijos están para volar, en este caso pedalear”, expresó.

Por su parte, Oscar, padre de Gabriel, manifestó que fue un placer recibirlo, “Fui el primero en correr al portón para verle llegar a mi negro. Es un orgullo decir que tengo un hijo deportista”, dijo entre risas.