En diálogo con Misionescuatro, Tejerina informó que, en los recientes relevamientos realizados en 6,000 viviendas, se encontraron larvas en 7 de cada 10 domicilios.
“Vemos que los picos de casos son cada vez más cercanos y antes”, advirtió el director, quien enfatizó la importancia de las acciones para eliminar el mosquito. “Tendemos a que haya cero larvas en las casas”, afirmó, instando a la ciudadanía a ser proactiva en el mantenimiento de sus espacios.
Tejerina destacó que las 6,000 casas revisadas representan solo el 5% del total de viviendas en la ciudad, lo que refleja la magnitud del problema. “El mosquito está distribuido en la ciudad. No hay un barrio donde no lo hayamos encontrado y esto sucede durante todo el año”, explicó. Las zonas de Villa Urquiza e Itaembé Miní Oeste mostraron un promedio particularmente alto de larvas.
El director reconoció que es “difícil limpiarle la casa al vecino”, lo que complica la tarea de control del mosquito. Para combatir la proliferación, el municipio ha implementado un programa de descacharrado, permitiendo que los vecinos saquen sus elementos en días y horarios específicos.
Tejerina subrayó que “no existe fumigación preventiva” y recordó que cada ciudadano debe destinar solo 15 minutos a la semana para limpiar su patio, revisar macetas y eliminar potenciales criaderos del mosquito. “Es un esfuerzo conjunto que puede marcar la diferencia en la lucha contra el dengue”, concluyó.