Posadas

Solicitaron asistencia para merenderos: “Se está viendo mucha necesidad y escasez”, alertan

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Desde una organización social advirtieron sobre el incremento de la demanda alimentaria en los 13 merenderos que gestionan en Posadas, Garupá y Candelaria. Llevaron a cabo una movilización ante la Gobernación misionera.

Solicitaron asistencia para merenderos: “Se está viendo mucha necesidad y escasez”, alertan

POSADAS. El incremento del costo de vida y en particular, de los alimentos está causando estragos en los barrios, donde aumenta la cantidad de niños que se acercan a comedores, según se desprende de lo que denunció la referente del MIJD (Movimiento Independiente de Justicia y Dignidad), Ivana Baum, quien encabezó una manifestación frente a Casa de Gobierno provincial, donde entregaron un petitorio.

La vocera local de esta organización que coordina Raúl Castells a nivel nacional sostuvo que “en reiteradas ocasiones venimos a pedir insumos para los merenderos que estamos solventando. Venimos a la espera de una respuesta positiva a la espera de insumos, ollas y cualquier ayuda”, sostuvo Baum, insistiendo en que hace tiempo que presentan este tipo de pedidos.

De acuerdo con Baum, el MIJD solventa 13 merenderos entre Posadas, Garupá y Candelaria, con entre 35 y 40 chicos acercándose a comer, “dependiendo del merendero y la zona”. “En Ñu Porá tenemos muchos más niños, alrededor de 50 – 55”, acotó la referente del MIJD, dando cuenta de un total de unos 500 niños que dependen de estos merenderos.

Aumenta la pobreza y el hambre en los barrios del Gran Posadas

En casa de Gobierno, “nos dicen que, en otro momento. Pero la situación económica no nos permite solventar los merenderos. Hoy en día nos organizamos con los jóvenes, hacemos rifas, colaboraciones. A las familias más necesitadas tratamos de conseguirles ropa, calzados, guardapolvos y ahora que viene el frío, frazadas. Estamos pidiendo ayuda, lo que nos puedan dar, nos sirve”, aclaró.

Consultada por la situación social que se vive en los barrios del Gran Posadas, Baum fue categórica: “Se está viendo mucha necesidad y escasez. La mayoría no cuenta con un salario mínimo como para no ser pobre. En estos últimos meses, más que nada”, dijo.

En el inicio de las clases, costaba “horrores conseguir útiles y calzado. (A las familias) no les alcanza. Comprar un zapato es no almorzar unos días, o mantenerse a base de harina, reviro o chipa”, aseguró.

“Trabajamos hace bastante tiempo, en Garupá estamos hace 5 años. La gente ya nos conoce y se acerca”, indicó Baum, confirmando que, en el último tiempo, aumentó la cantidad de personas que se acercan a los merenderos del MIJD.

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