“Dentro de todo está normal”, comenzó, “la gente sigue arreglando sus autos, pero los costos se han disparado debido a la inflación”. El mecánico destacó que, aunque los repuestos aún llegan a los talleres, los costos de los mismos experimentaron un incremento abismal. “Hay repuestos que cuestan conseguir, pero llegan. Sin embargo, el costo de los repuestos está bastante elevado por la suba de precios”, explicó.

La situación se agrava con el encarecimiento de la mano de obra. Martini señaló que, aunque los precios han subido, no se refleja una equidad con respecto al costo real del trabajo debido a la preocupación de perder clientes. “La mano de obra se ha encarecido bastante, pero no se puede cobrar lo que realmente debería ser debido a la competencia y al riesgo de quedarse sin trabajo. Se hace el trabajo a un precio razonable”, aclaró.

El mecánico también menciona que, actualmente, los trabajos en los talleres se limitan principalmente al mantenimiento básico como cambios de aceite y revisiones. “Las reparaciones grandes ya casi no se pueden hacer por el tema de los costos”, afirmó.

Martini observó que, a pesar de las dificultades, los clientes tienden a postergar las reparaciones hasta el último momento, tratando de mantener sus vehículos en funcionamiento el mayor tiempo posible. “Es normal que la gente trate de sobrellevarlo hasta lo último”, dijo.

Con una visión esperanzadora, el mecánico concluyó: “Esperemos que en los próximos meses la situación mejore y repunte un poco más”.