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Vecina de Chacra La Querencia denuncia el grave problema de cloacas

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Isabel Irala, vecina del barrio Chacra La Querencia y responsable del Comedor La Esperanza, denuncia desde hace más de 19 años cloacas a cielo abierto en la zona. Con la llegada de las altas temperaturas, la situación se vuelve aún más insostenible, afectando tanto a la salud como a la calidad de vida de los vecinos.

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Vecina de Chacra La Querencia denuncia el grave problema de cloacas

Isabel Irala, vecina de la Chacra La Querencia y encargada del Comedor Comunitario La Esperanza, lleva más de 19 años lidiando con un problema de salud pública que afecta a su barrio: cloacas a cielo abierto. Asegura que la situación se vuelve cada vez más crítica con la llegada de las altas temperaturas, haciendo del lugar un ambiente prácticamente inhabitable.

“Estamos pasando una situación grave con el olor. Es algo insoportable”, expresó Isabel, quien también destaca que, a pesar de las numerosas denuncias y notas presentadas a las autoridades, la situación persiste sin solución. La comunidad ha hecho constantes reclamos para que se resuelva el problema, pero hasta el momento no ha habido respuestas efectivas.

El fuerte mal olor se intensifica con el calor y se convierte en un inconveniente diario para los vecinos. “Cocinamos aquí, servimos la leche, y todo el tiempo tenemos que soportar este olor insoportable. Es imposible estar en el barrio, especialmente cuando las temperaturas suben”, comenta Isabel, visiblemente afectada por las condiciones que enfrenta a diario.

La vecina subraya que este inconveniente no es nuevo, sino que se trata de un problema de larga data, “es algo que lleva años sin ser resuelto”, agrega. La falta de soluciones ha generado un profundo malestar en los habitantes de la zona, que exigen a las autoridades locales que actúen y resuelvan el problema de manera urgente.

Isabel, junto a otros vecinos, pide una pronta intervención para solucionar lo que considera un problema de salud pública que afecta tanto a las familias como a los comercios locales, como el comedor que ella administra, el cual es un lugar clave para los niños y adultos mayores de la comunidad.

“Pedimos a las autoridades que lo arreglen, que tomen cartas en el asunto. No podemos seguir viviendo con esta situación”, finalizó Isabel.

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