“Hace más de tres años que hice el reclamo y no me hacen caso”, indicó. La situación ha generado una serie de problemas, desde el mal manejo de las aguas servidas hasta un entorno insalubre. “Se tiran la pelota y no me dan respuestas. Supuestamente esto tiene que ser fluvial, pero viene de todo”, explicó.

El problema se agrava por la falta de conexiones adecuadas a las cloacas en el área. “Hay gente que no se conecta a las cloacas y eso viene acá”, agregó. Aunque la municipalidad intentó abordar la situación en el pasado, el problema persiste. “Vino la municipalidad, puso la manguera, pero está trancada”, comentó.

La situación ha llevado a problemas adicionales, incluyendo accidentes. “Hubo gente que cayó y se lastimó. Gente mayor”, dijo Claudia, destacando el riesgo para los residentes, especialmente para los más vulnerables. Además, el área afecta a los turistas que visitan la zona, con un hostel cercano que recibe visitantes de diversas partes. “Tenemos hostel con mucha gente”, mencionó.

Los problemas derivados de la pérdida de aguas servidas son numerosos, incluyendo malos olores, proliferación de mosquitos y otros inconvenientes. “Es algo insalubre. Los olores, mosquitos y de todo un poco”, describió Claudia. La pérdida está ubicada a metros de la costanera, en la calle Lanusse, afectando tanto a los residentes como a los visitantes.