“Hay una cuadra que es un problema”, afirmó Ángela Fernández, vecina del barrio. “Hay madres con changuitos, las criaturas se caen y se embarran”. Este reclamo ha estado en pie durante tres meses, sin que se haya visto una respuesta clara por parte de las autoridades.

Los vecinos señalan que parte de la calle ha sido ocupada indebidamente, lo que ha dificultado aún más el tránsito. “Falta el cordón cuneta y la vereda”, explicó Fernández, quien enfatiza que “es un peligro, hay chicos que van a la escuela”. La inseguridad también es una preocupación latente: “La calle 65 es muy angosta, hay mucha inseguridad. Roban y entran al monte”.

Además, en la zona de la capilla, se enfrenta a un problema adicional: “Hay una pérdida de agua desde hace mucho tiempo”, lo que contribuye a la insalubridad y a la descomposición del entorno.

“Todo es de mucha tristeza”, concluyó Fernández, quien hace un llamado a las autoridades para que tomen medidas urgentes y atiendan las necesidades de los vecinos.