Cardozo calificó la situación como “la más crítica de todas las elecciones” que ha enfrentado el país, subrayando las graves irregularidades que marcaron el proceso.

En la entrevista, el analista destacó que el actual proceso electoral corresponde al tercer mandato de Nicolás Maduro, y denunció que “el fraude es algo que se sostiene en el tiempo”, respaldado por potencias extranjeras como Rusia y China. Según Cardozo, estos países tienen grandes intereses en la región, particularmente en petróleo y puertos sobre el Caribe.

La falta de transparencia en el proceso electoral ha sido un punto crucial de la discusión. Cardozo indicó que “la comunidad internacional pide garantías”, ya que los veedores internacionales no pudieron acceder a las salas de votación para llevar a cabo un recuento de votos. A su juicio, la situación refleja un “gobierno autoritario y sin ningún tipo de vestigio democrático en Venezuela”.

En la misma línea, mencionó que las encuestas previas al evento electoral mostraban un claro apoyo a la oposición. Sin embargo, reportó que en varios centros de votación el Ejército impidió el ingreso de fiscales opositores, lo que añade una capa de preocupación sobre la transparencia del proceso. Además, mencionó “alteraciones de actas”, un exceso de votos sobre los habilitados, y la intimidación de fiscales internacionales como ejemplos de la manipulación sistemática.

El analista también observó un “control más estricto del gobierno Chavista”, con medios de violencia y coacción más severos en comparación con elecciones anteriores. “La comunidad internacional va a reaccionar”, dijo, anticipando que países de Latinoamérica y la Unión Europea podrían tomar medidas significativas en respuesta a la situación.

Entre las posibles respuestas, mencionó que podrían incluir “limitar los activos, comprar petróleo de baja calidad, y también limitar o romper relaciones diplomáticas con Venezuela”. La postura de algunos países con inclinaciones socialistas también se ha manifestado en contra del proceso, lo que podría influir en las futuras acciones internacionales hacia el país sudamericano.

Cardozo concluyó que la comunidad internacional está en alerta y que las próximas semanas podrían ser decisivas para la postura global frente a la crisis venezolana.