El calor del verano no solo trae días de disfrute para muchos, sino también un desafío considerable para los vecinos de El Porvenir 2, un barrio donde el acceso al agua sigue siendo una constante preocupación. A pesar de vivir a tan solo unos kilómetros del centro de la ciudad, los residentes enfrentan la escasez de este recurso esencial debido a la deficiencia en el servicio y la insuficiencia de la red de distribución.
Gustavo Ávalos, uno de los vecinos, comparte su preocupación ante la llegada de la temporada estival. “Con el verano estamos preocupados por el tema del agua, hay mucha gente y el servicio se va a complicar”, afirma. Gustavo recuerda los días más difíciles, cuando se vieron obligados a cortar la calle debido a la falta de agua en el barrio. “Vivimos aquí hace seis años y hubo días peores, cuando no teníamos agua durante largos periodos”, agrega. Ante esta situación, los vecinos se ven obligados a comprar tanques para almacenar agua cuando finalmente llega el servicio, y para consumo humano, recurren a la compra de bidones de agua.
Rosi Isabel, otra vecina del barrio, también relata cómo sobrevive a la falta de agua. “Me arreglo con el agua acarreando botellas y bidones”, explica, mientras menciona que el agua que llega a su casa no es potable. Al igual que muchos en el barrio, Rosi debe recorrer distancias para poder abastecerse de agua limpia para beber y cocinar. “Acarreo agua dos cuadras para tener en la casa. Hace dos años estoy acá y siempre fue así. Los veranos son terribles, los chicos no pueden bañarse ni refrescarse. Es imposible. No podemos tener ni una piletita porque tenemos que cargar de agua”, señala. Esta situación también tiene un costo económico considerable. “Pago entre 15 y 20 mil pesos, dependiendo de la cantidad de agua que compremos en el mes”, dice, visibilizando la pesada carga que esto representa para las familias del barrio.
En cuanto a soluciones a largo plazo, algunos vecinos han recurrido a métodos alternativos. Gladis Ocampo menciona que, hace tres años, instalaron un pozo en su hogar para abastecerse de agua. “Nos arreglamos bien con el agua del pozo, pero el agua potable nos pasa los vecinos”, comenta. Sin embargo, el uso del pozo no es una solución definitiva, y la falta de un servicio de agua potable estable sigue siendo un desafío para muchos.
La situación de El Porvenir 2 pone de manifiesto una realidad que afecta a numerosos barrios de la ciudad, donde la falta de infraestructura y el acceso limitado a servicios básicos como el agua continúan siendo una problemática sin resolver.