Posadas

Vive en una isla con patos, gallinas y una oveja de piedra

cargando anuncio

Marcelino Caballero no es un vecino común de Posadas. Eligió vivir en una pequeña isla ubicada en el medio del arroyo Mártires y construyó su casilla con objetos que halló flotando en el agua.

Vive en una isla con patos, gallinas y una oveja de piedra

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Marcelino Caballero no es un vecino común de Posadas. Eligió vivir en una pequeña isla ubicada en el medio del arroyo Mártires y construyó su casilla con objetos que halló flotando en el agua.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”184439″ img_size=”full” alignment=”center” title=”Marcelino en su isla.”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Villa Cabello es un barrio tradicional de la capital provincial, pero tiene un vecino muy peculiar. El pescador Marcelino Caballero no ocupa ninguno de los complejos habitacionales que hicieron conocidos al vecindario de la zona oeste de la ciudad.

Él vive en una pequeña isla que emerge del arroyo Mártires y comparte sus días con un grupo de patos, algunas gallinas y un gato.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”184440″ img_size=”full” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]En entrevista con MisionesCuatro, relató que desembarcó en esa porción de tierra rodeada de agua hace cuatro años y decidió que se quedaría a vivir allí para dedicarse de lleno a la pesca.

Construyó una casilla con objetos que llegaron flotando, compró un par de patos y gallinas que se reprodujeron con rapidez y también adoptó un gato amarillo. En el medio del improvisado patio, colocó la escultura de una oveja que rescató del arroyo.

Desde entonces, cualquiera que transite por el puente de la avenida Chacabuco, puede observar la vida doméstica de Marcelino como un espectador curioso.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”184441″ img_size=”full” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]La isla no tiene luz eléctrica y tampoco agua potable, pero el canoero asevera que no extraña nada de eso. Afirma que logró la tranquilidad que buscaba cuando decidió dejar la ciudad. “Estoy tranquilo, nadie molesta. No hay ni siquiera mosquitos”, aseguró Marcelino.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_facebook type=”button_count”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_tweetmeme][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]vb[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Comentarios