Zapatero, un oficio que nunca termina
POSADAS. Miguel Ángel Gamarra es zapatero y tiene su local en el microcentro de la ciudad. En diálogo con MisionesCuatro comentó como es el día a día de “un oficio que nunca termina”, según sus propias declaraciones.
Consultado sobre el trabajo en tiempo de pandemia, Gamarra dijo que la actividad se mantiene y mediante el cierre del puente y las fronteras, la demanda pudo mejorar.
“El oficio del zapato nunca termina”, asegura Gamarra y comenta que la gente todavía prefiere arreglar los zapatos a comprarse unos nuevos.
Sobre los arreglos, el zapatero dijo que algunos trabajos pueden complicarse y pueden llegar a demorar hasta dos días. Los costos varían desde los 200 a los 2 mil pesos. “Tratamos de cuidar el bolsillo de la gente y pensar en los dos”, manifestó.