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Advierten que la creación del FEY “apunta al clientelismo”

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El secretario de APAM, Cristian Klingbeil, rechazó de plano el proyecto que impulsan la Renovación y el PAyS para la creación de un FEY (Fondo Especial Yerbatero), de $600-700 millones “que va a terminar en manos de los que estén en la misma línea con el gobierno provincial y el partido de Cacho Bárbaro, que lo impulsó”.

Advierten que la creación del FEY “apunta al clientelismo”

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El secretario de APAM, Cristian Klingbeil, rechazó de plano el proyecto que impulsan la Renovación y el PAyS para la creación de un FEY (Fondo Especial Yerbatero), de $600-700 millones “que va a terminar en manos de los que estén en la misma línea con el gobierno provincial y el partido de Cacho Bárbaro, que lo impulsó”.[/vc_column_text][vc_single_image image=”195346″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]POSADAS. Para el secretario de APAM (Asociación de Productores Agropecuarios Misioneros), Cristian Klingbeil, la creación del FEY (Fondo Especial Yerbatero), tiene que ver con la creación de una caja política con la que se fomentará el clientelismo, en beneficio de organizaciones afines al gobierno provincial y del Partido Agrario y Social (PAyS), que impulsa el proyecto. En diálogo con misionescuatro.com, Klingbeil no dudó que el cobro que se pretende, de una estampilla de 5 pesos por paquete de yerba, implica un fondo de 600-700 millones de pesos, que será manejado en forma clientelar.

Además, remarcó que de cumplirse los precios fijados por el INYM, los productores yerbateros habrían cobrado este año, entre 1200 y 1500 millones de pesos más de lo que percibieron por la materia prima, lo que habría redundado en más trabajo para los yerbateros en el periodo interzafra, y en una reactivación del mercado interno en los pueblos de Misiones.

Consultado por este medio, Klingbeil no dudó en señalar que el FEY que impulsan el gobierno provincial –a través del diputado nacional Jorge Franco- y el PAyS –por medio de los diputados provinciales Martín Sereno e Isaac Lenguaza- “es para generar clientelismo político”.

“Ponerle otro impuesto al paquete de yerba para (atender) los problemas que no supo solucionar la clase política, es una locura. Además, nadie me supo decir cuánto va a ser el impacto en góndola. Cinco pesos es el costo de la estampilla en el INYM, pero en góndola serán 10-12-15 pesos, porque les van a agregar IVA e impuesto a las ganancias, y la ganancia de cada pasa-manos. No vemos que sea bueno”, advirtió el dirigente.

Consultado sobre las sospechas que APAM y otras asociaciones tienen sobre el manejo del FEY, si se crea por modificación de la ley orgánica del INYM (en el Congreso de la Nación), Klingbeil detalló: “Van a destinar fondos a distintos entes provinciales. Y los que lo van a recibir son los que están en la misma línea del gobierno provincial. Es mucha plata va a terminar en el partido de Cacho Bárbaro (el PAyS), porque fue el que la impulsó. Es obvio que esto va a terminar en manos de los que estén bien con el gobierno y lo van a ir redistribuyendo con sus amigos y socios”, fustigó Klingbeil, que añadió, por otra parte, que obtener esos recursos podría posicionar políticamente a ciertos dirigentes afines a la Renovación.

“Van a ir cerrando fondos para algunos y Cacho va a poder quedar como ‘bueno’ y va a decir, ‘votame en las próximas elecciones’. Todo apunta a favorecer el clientelismo y la utilización política”, sentenció.

De acuerdo con Klingbeil, con este FEY sostenido por un impuesto en las estampillas de comercialización del INYM, “se quiere generar un fondo de 600-700 millones con el aumento de la estampilla a 5 pesos”.[/vc_column_text][vc_column_text]No obstante, el secretario de APAM insistió en que logrando que se pague el precio sostén fijado por el INYM o por el gobierno nacional a través del laudo yerbatero, se obtendría el doble de los recursos del hipotético FEY, pero, además, sería dinero que llegaría en forma directa a los productores.

“Al principio de la zafra, no nos pagaban más que 3 y estaba fijado a 7 pesos (el kilo de hoja verde) ahora el final pagaron un poco más. Al principio nos robaban 3-4 pesos por kilo, a un promedio de 2 pesos por kilo en 600 millones de kilos que se cosechó, son 1200 millones de pesos. Súmale el te, que fueron 50 centavos por kilo en 300 millones de kilos, son 150 millones”, explicó Klingbeil, insistiendo en que si se cumplieran los precios, no haría falta ningún nuevo subsidio o impuesto que pudiera manejarse en forma clientelar.

“¿Es necesario crear un fondo de 600 millones o hacer cumplir el precio por un volumen de 1200-1500 millones de pesos que llegarían a los productores?”, se preguntó, sugestivo.

Precios justos, trabajo y reactivación de la economía misionera

En esta línea, Klingbeil enfatizó que de pagarse precios justos, “se generarían fuentes de trabajo”, y se resolvería “el problema de los tareferos” que no tienen trabajo ni alimentos en el periodo interzafra.

Siguiendo el planteo del referente de APAM, si los productores contaran con dinero, se dedicarían a replantar yerba, té, árboles, cosecharían té o realizarían otras “tareas culturales” en el periodo entre zafras. “Ahora no hay fuentes de trabajo y piden aumentar el subsidio interzafra. Pero si esa plata llega a los productores, no haría falta el interzafra porque los productores tendrían plata para trabajo en las chacras. En vez de herbicida, el productor metería más guadaña”, añadió Klingbeil, quien admitió que por falta de dinero, los productores están utilizando más herbicidas, para reducir las tareas de desmalezamiento manuales.

“Es mucho trabajo que antes se hacía y ahora se dejó de hacer porque el colono no tiene un mango”, insistió.

En esta línea, para Klingbeil, se impulsa el FEY para no resolver el problema de fondo, que es el incumplimiento de los precios productivos por parte de los grandes industriales. “Cuando se cumple el precio la actividad cambia y se genera una reactivación interna. Queremos mecanismos para que se cumplan los precios y que el Estado se ponga los pantalones para proteger a los productores”, comentó el dirigente.

Por otra parte, Klingbeil alertó sobre una posible compra de voluntades propiciadas por el gobierno con el proyecto del FEY, que adquirió nuevo impulso tras el recorte del fondo de la soja nacional. “La mayoría de las asociaciones estaban en contra de este proyecto y ahora se están dando vuelta. Me intriga y es raro. Son 700 millones que van a manejar algunos y se presta a pensar mal”, remató.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]

jmm.

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