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Alertan que el cura acusado de pedofilia Sidders, sigue trabajando en Iguazú

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Emilia, del grupo de Mujeres Autoconvocadas, reveló que Raúl Anatoly Sidders, recientemente trasladado a la diócesis de la ciudad de las Cataratas, abusó de una niña de 11 años durante 3 años en La Plata.

Alertan que el cura acusado de pedofilia Sidders, sigue trabajando en Iguazú

PUERTO IGUAZÚ. Preocupación y malestar causa la presencia del cura Raúl Anatoly Sidders en la comuna, tras la denuncia de una joven de 27 años, que relató ante la Justicia, que el sacerdote abusó sexualmente de ella entre el 2004 y 2007, cuando trabajaba en el Colegio San Vicente de Paul de La Plata.

Emilia, una de las integrantes del grupo de Mujeres Autoconvocadas de Iguazú, advirtió que a partir de esta denuncia que se hizo pública, más víctimas de Sidders presentarán denuncias contra el prelado.

“Es preocupante, nos enteramos a través de Prensa Obrera y otros medios. No sólo de la presencia de esta persona en Iguazú, sino también de los hechos de este señor. Nos enteramos hace 2-3 semanas y con el grupo de Mujeres Autoconvocadas, decidimos hacerlo público. Y visibilizar esta situación”, comentó Emilia, en diálogo con MisionesCuatro.La semana pasada, el lunes 10 de agosto, juntamos firmas en cuatro cartas dirigidas a la municipalidad de Iguazú, al Concejo Deliberante, al Obispado y a la Gendamería. En ese momento fue por los dichos (de Sidders) en un programa que él tenia, el Ave María Purísima”, detalló Emilia, en referencia la condena del Inadi contra el sacerdote, en 2013, por llamar “loquitas” y “yeguas” a las mujeres que habían protestado frente a la Catedral.

Sin respuestas a las cartas enviadas al Obispado y municipio

“A partir de ayer, ya se hizo la primera denuncia legal por parte de una ex alumna (del Colegio San Vicente de Paul), así que estamos movilizándonos. Todavía no tenemos respuestas a las cuatro cartas que enviamos la semana pasada”, puntualizó Emilia, quien aclaró que aún no pueden confirmar o descartar que Sidders podría trabajar en comedores y estar en contacto con niños.

Según Emilia, “la chica de La Plata, recién pudo hacer la denuncia (por el abuso sexual) después de más de 10 años. Cuando unos es chico uno no es consciente. Sabe que algo está mal, pero no es consciente. Fueron muchos años de abuso. Pero nosotros no estamos al tanto de la denuncia, más allá de lo que ya está compartido. Lo que queremos es visibilizar este hecho, que ya está uno consumado”, consideró la vocera de Mujeres Autonconvocadas de Iguazú.

Consultada al respecto, Emilia reveló que saben que Sidders abusó de otros menores en el periodo en el que estuvo trabajando en el San Vicente de Paul. “A partir de esta denuncia, se van a hacer públicas, más denuncias contra el sacerdote. Cuando se trata de la Iglesia, es aún más difícil hacer denuncias. Sabemos que hay varios ex alumnos dando declaraciones”, agregó.

“Queremos que sea juzgado y no tenga más contacto con nadie, de ser posible. Durante la semana que viene, vamos a hacer más intervenciones. Esperamos respuestas a las 4 cartas que hemos enviado. Entendemos que sigue en Iguazú, entendemos que está trabajando. Tenemos confianza en que a partir de las denuncias, algo debe ocurrir”, remarcó.

Primera denunci penal por abuso sexual agravado contra Sidders

Según el portal OestePlantense, la abogada que representa a la víctima, Pía Garralda, pidió que el sacerdote sea condenado como autor material de abuso sexual agravado contra una menor de edad aprovechando su situación de guía espiritual como sacerdote y docente. La causa estará a cargo del Juzgado de Garantías N°2 de La Plata, en manos del magistrado Eduardo Luis Silva Pelossi. En tanto, el fiscal interviniente será Álvaro Garganta, de la UFI N°11.

A partir de la denuncia publicada en Prensa Obrera, medio intimado judicialmente por el arzobispado de La Plata, se concretó la denuncia penal. Y luego, decenas de alumnos y ex alumnos se volcaron a relatar en distintas redes sociales los abusos que el cura ejercía no sólo en el momento de la confesión, sino también en las aulas y durante las misas. Sidders prestó servicios en el colegio católico desde 2002 hasta 2019, y pese a tener reiteradas conductas inapropiadas con los alumnos nunca fue sancionado por ningún directivo.

El relato de la víctima

Rocío, la primer denunciante, que fue alumna del San Vicente, contó: “A partir de los 11 años empezó a acosarme. En invierno, adelante de todos, me hacía poner mis manos en los bolsillos de su sotana porque decía que yo tenía las manos frías, y me hacía sentir su erección (…) Nos hacía confesarnos a solas en la capilla. Ahí me empezó a preguntar si había visto alguna vez a mis papás tener relaciones sexuales, si había visto a mi papá desnudo, si sabía lo que era un pene”.

“A los 12, cuando yo estaba en sexto grado, empeoró. Me preguntaba si sabía masturbarme y como le decía que no, me explicó con sus dedos, sin tocarme, cómo tenía que hacer. Después me dijo que si no quería masturbarme tenía que saber complacer al hombre al menos a través con una felación. Le pregunté qué significaba eso, no sabía. ‘Chupar una pi..’, me dijo. Me explicó con su lengua y su mano cómo hacer una felación. Eso no me lo pude olvidar nunca más (…) Me volvió a preguntar si me había masturbado y le dije que no, entonces me propuso enseñarme a mí y a un alumno a tener relaciones sexuales, que nos iba a indicar todo mientras lo hacíamos. Me largué a llorar y le pedí que por favor no lo hiciera”, agregó la víctima en su denuncia.

Cabe destacar la presentación de la denuncia fue acompañada por representantes de distintas organizaciones sociales y políticas como el Partido obrero, el Plenario de Trabajadoras, la ONG Iglesias Sin Abusos y Platenses Unides Contra el ASI.

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