
GARUPÁ. Tras el violento episodio del fin de semana, que dejó hospitalizado a Alejandro Fidela, su esposa Vanesa relató lo sucedido en diálogo con Misiones Cuatro.
La mujer contó que desde comienzo de año tienen inconvenientes con estos vecinos. “Nos quisieron usurpar dos terrenos, nos quisieron robar uno de los vehículos. Nos han tirado piedras, nos destrozaron las aberturas. A mí me patotearon entre ocho, amenazándome con un revolver, me rompieron la ropa, me arrastraron por la calle, me dejaron toda golpeada y a Alejandro se la tenían jurada”, reveló.
“El sábado vinieron a matarlo”, señaló. “Pasaron cuatro veces por enfrente de la casa, estábamos sentados afuera con nuestro nieto de 8 meses en brazos y empezaron a gritar, a arrojar piedras y botellas”, relató.
Fidela se levantó para evitar que se acercaran al domicilio y el cruce terminó en ese brutal ataque. “De forma salvaje, mientras uno lo ahorcaba, el otro le proporcionaba golpes con una piedra inmensa”, describió.
Incomunicado y en estado delicado
Alejandro Fidela se encuentra internado en terapia intensiva, en el Hospital Madariaga y en condición de detenido. Sobre su estado de salud, Vanesa detalló: “Tiene toda la caja torácica destruida, las costillas rotas, sangrado interno, tiene tajos profundos en la cabeza porque lo golpearon con botellas de vidrio. Está muy delicado y no me permiten verlo”.
La mujer cuestionó que se haya caratulado la causa como “Disturbios en la calle con lesiones leves”, de hecho, Fidela está en calidad de detenido por averiguación de antecedentes y solamente uno de los agresores fue detenido. “Mi esposo está luchando por su vida. Lo vinieron a matar. Fue un intento de homicidio”, señaló.