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Capital del Monte pidió un nuevo aumento del boleto

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La empresa que monopoliza el transporte urbano en Oberá, solicitó al concejo deliberante local, un nuevo incremento en el costo del boleto urbano. En Mayo, el Ejecutivo Municipal vetó una ordenanza, dejando el boleto en los 11,80 pesos con tarjeta y 15 pesos con efectivo.

Capital del Monte pidió un nuevo aumento del boleto

[vc_row][vc_column][vc_column_text]La empresa que monopoliza el transporte urbano en Oberá, solicitó al concejo deliberante local, un nuevo incremento en el costo del boleto urbano. En Mayo, el Ejecutivo Municipal vetó una ordenanza, dejando el boleto en los 11,80 pesos con tarjeta y 15 pesos con efectivo.[/vc_column_text][vc_single_image image=”192914″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]OBERÁ. El pasado jueves la empresa “Capital del Monte” solicitó al Concejo Deliberante de Oberá un nuevo aumento del boleto de transporte urbano de pasajeros, de la que es prestataria objetada y monopólica.

El último aumento otorgado por el parlamento obereño fue el 2 de mayo, dejando el valor del boleto único en $12,50 con tarjeta y  $15,50 en efectivo. Pero el 10 de mayo ese aumento fue vetado, y se propuso que valgan $11,80 con tarjeta y $15,00 sin tarjeta. El 23 de mayo, el Concejo Deliberante homologó esos precios.

Ahora Ernesto Kubski, dueño de “Capital del Monte”, argumenta que la crisis económica y el aumento de la escala salarial lo obligó “a pedir créditos bancarios para pagar los sueldos” de los empleados.

En las últimas dos semanas los choferes hicieron tres paros matinales sorpresivos. Dos que duraron un par de horas-de cinco a siete- y el último, el viernes pasado, que duró cuatro horas-de cinco a nueve-. Reclaman el pago de salarios atrasados, el incremento de los mismos, y el medio aguinaldo de junio.

La cuestión del transporte urbano en Oberá atraviesa de modo recurrente el clásico inconveniente que se produce cuando no se enfrenta un problema desde su origen. Que MisionesCuatro informó como nadie. En el final de la gestión del alcalde “Rolo” Dalmau, en 2003, se firmaron dos contratos de extensión de la concesión con Capital del Monte. Uno por una década. Y otro por dos décadas.

Jamás se supo de tamaño acto hasta poco antes de que venciera el plazo del primer contrato en 2012, atravesando las tres gestiones de Ewaldo Rindfleisch. Qué, insólitamente, dijo que desconocía que hubiera un segundo contrato y que ellos, el estado, no tenían copia del mismo. Solo la empresa tenía copia. En serio, dijo eso.

En 2015, con el cambio de timón municipal, ni el intendente Carlos Fernández ni el concejal Ariel Cháves fueron al fondo de la cuestión. Como si el hecho de que se siga prestando el servicio gracias a un contrato firmado casi de incógnito, fuera una pavadita, el nuevo gobierno renovador se limitó a hacer lo mismo que el anterior gobierno renovador, el de Ewaldo Rindfleisch: discutir el coyuntural precio del boleto.

El año pasado el Juzgado Civil y Comercial N° 2 de Oberá, a cargo de Mónica Viviana Drganc Fernández, dictó una medida de “no innovar”, avalando la continuidad de Capital del Monte hasta el año 2.022.

Una vez más, la política dejó que la justicia hiciera el trabajo sucio. ¿En qué cabeza cabe que un intendente diga que desconoció durante una década que la comuna  tenía otro contrato firmado con la empresa y qué las únicas copias del contrato las tenía la propia empresa? Un intendente que, además, es amigo personal del dueño de la empresa, como cualquier obereño anoticiado de lo que pasa en su ciudad, sabe.

Ahora se vendrá una nueva puesta en escena de la pelea política entre Fernández y Chaves, ambos súbditos de Carlos Rovira, como Rindfleisch, ensayando para el año que viene. Cuando la ley de lemas vuelva a hacer que los votos de uno le sumen a la candidatura del otro.

Este año, el Deliberante había otorgado un aumento mayor que fue demagógicamente vetado por Fernández. Y ahora el demagogo es Chaves, promocionado desde los medios en los que pauta como “el concejal que avisó que esto iba a pasar”.

La sociedad obereña sigue con la costumbre de ignorar los problemas, pretendiendo que por hacerlo desaparezcan. Eso no sucede nunca.[/vc_column_text][vc_facebook type=”button_count”][vc_tweetmeme][vc_column_text]

Walter Anestiades

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