EL SOBERBIO. “No entendemos por qué tiraron a matar, hubo varios disparos”, remarcó Pablo Andrade, el hermano de Reinaldo Andrade (37), quien fuera acribillado a balazos de dos policías, el 13 de noviembre del 2019, un caso de “gatillo fácil” que conmocionó a la provincia y que derivó en la remoción de toda la cúpula de la Unidad Regional VIII.

En diálogo con MisionesCuatro, Andrade resaltó que aún en el caso de que los policías de El Soberbio, se hubieran confundido a su hermano y sus dos acompañantes, cuando iniciaron la persecución y balearon el vehículo, no se explica por qué los uniformados tiraron a matar.

“El disparo letal, en un principio, pensamos que fue de lado a lado. Y no, fue de atrás, en la nuca. No tuvo orificio de salida. Pedimos justicia. En ningún momento hubo lucha, ellos (por los policías asesinos) no dieron voz de alto. Fueron directamente a matar a mi hermano”, fustigó Andrade. En su relato, los policías dicen que “estaban siguiendo otro auto. Pero por qué cuando ven el auto de mi hermano, tiraron a matar”, sostuvo.

En esta línea, Andrade reveló que el abogado de los dos policías homicidas, Matías Lohn y de Fabián Boges, pidieron un cambio de carátula “a homicidio en defensa propia”. “Pero cómo va a ser en defensa si le tiran a una persona por detrás”, recalcó.

Además, Andrade sostuvo que “las armas fueron plantadas, hay testigos, los dos muchachos que estaban con mi hermano, y vecinos que llegaron al momento (del homicidio por ‘gatillo fácil’) que no vieron armas. Hubo vecinos que vieron cuando el policía saca a mi hermano del auto ya baleado y declararon ante el juez que no había armas. Después aparecieron armas a un costado. Fueron plantadas”, denunció el hermano de Reinaldo.

“Hay muchos policías (de El Soberbio) implicados que no aparecen en la causa. Principalmente, el jefe del Comando, que sabía el personal que tenía a su cargo y lo que estaban haciendo. Según el libro (policial), salieron a la mañana del servicio. En el momento del hecho (homicido), estaban de franco, de civil, con vehículo particular y armas reglamentarias. Realmente, no se sabe lo que andaban haciendo”, lanzó suspicaz, Andrade.

Por otra parte, Andrade denunció que los dos uniformados asesinos, “están en una comisaría de la zona de San Pedro, en Paraíso. Es una comisaría común y corriente. Están alojados con todos los beneficios, tienen visitas, teléfono y televisor en su celda. Eso nos indigna. Pedimos justicia y que la ley sea pareja. Un ciudadano común y corriente estaría procesado, con preventiva y esperando el juicio”, expresó.

“Su familia, su esposa y dos hijos, están totalmente desamparados”, agregó.

Andrade agradeció el trabajo que viene realizando el juez de San Vicente, Gerardo Casco, aunque remarcó que se debe realizar el juicio oral contra los uniformados asesinos. “De no ser por los colonos que se acercaron, todavía hoy no sabríamos lo que pasó”, finalizó.