POSADAS. El reciente apagón que afectó a diversos barrios de Posadas generó un profundo malestar en los usuarios, que, además, se quejan de facturas abultadas pese a la marcada reducción en el consumo producto de la cuarentena obligatoria por el nuevo coronavirus.

Eladio, el dueño de una despensa de barrio, reveló a MisionesCuatro que en el mes de Mayo, recibió una factura de $9.000, pese a haber estado con el local cerrado y las heladeras apagadas, por espacio de 21 días.

En contacto con este medio, el comerciante aseguró que la suya “es una despensa chiquita de barrio, con cuatro heladeras y un freezer”, pero en los últimos meses estuvo abonando facturas de electricidad de entre 11.000 y 14.500 pesos (la más alta fue en diciembre). “Si vieras mi negocio dirías que es imposible y que me están robando”, expresó Eladio, añadiendo que, debido a la facturación, solicitó el cambio de medidor.

De acuerdo con el comerciante, no prendió el aire acondicionado “en todo el verano”, debido a que anticipaba una crisis de consumo. “A lo sumo prendía un par de horas a la siesta cuando hacía mucho calor. Así y todo, la luz no bajaba”, puntualizó.

Con 21 días sin encender aparatos, casi la misma facturación

“Lo más sorprendente, es que con la cuarentena cerré desde el 26 de marzo y hasta el 17 de abril. Con todo apagado y desconectado, lo poco que tenía perecedero lo llevé a mi casa. Y me vino 9 mil pesos (en la boleta de EMSA)”, bramó Eladio, poniendo de relieve que en el periodo facturado, estuvo 21 días con su local cerrado.

Eladio se mostró sorprendido también por los kilowatts medidos por EMSA, en Marzo, “me vino 1534, que fue el mismo consumo de febrero.” EMSA facturó, según el comerciante, 11.542 pesos y 10.600 pesos, por el mismo consumo, en meses sucesivos. Y en Mayo, llegó la boleta del periodo de Abril con un monto de 8937 mil pesos.

“Es muy caro y excesivo. Tuve que abrir porque tenía que pagar la luz y el agua. Trabajé 3 semanas para poder pagar la boleta de luz”, remató.