Según testimonios de la familia, el suceso comenzó en el BOP 28, donde Joel, luego del recreo, regresó a clase y se desmayó en su escritorio. Un compañero notó que estaba boca abajo y, al tocarlo, Joel se descompensó.

El profesor trasladó al adolescente a la oficina, donde aún tenía pulso, según el relato del tío de Joel, Alejandro Esteche. Sin embargo, cuando fue llevado al hospital local, ubicado a unos 500 metros del colegio, no había médicos disponibles para atenderlo.

La situación se complicó aún más cuando, tras una llamada a la patrona de la madre de Joel, esta llegó al hospital para encontrar a su hijo en una condición crítica y sin la atención adecuada. La familia no está segura si se le realizó RCP en el hospital local antes de que fuera trasladado al Samic de Eldorado.

“Nos tocó a nosotros no encontrarnos con el doctor de turno. No es de ahora, reclamamos desde hace rato. No tenemos recursos,” comentó Esteche. La falta de médicos disponibles en el hospital local es una preocupación recurrente para la comunidad.

El traslado al Samic de Eldorado, a unos 30 kilómetros del hospital local, se realizó en una ambulancia con solo el chofer y la madre del adolescente. Al llegar al Samic, los médicos confirmaron que Joel ingresó sin signos vitales y no pudo ser reanimado. La causa de la muerte fue registrada como muerte súbita.

Alejandro Esteche y su familia, indignados y en duelo, pidieron al Ministerio de Salud que investigue la situación. Los vecinos y familiares cuestionan la calidad de la atención médica en la zona, destacando problemas como la falta de médicos disponibles y la mala gestión en situaciones críticas.

La familia decidió no realizar una autopsia debido al dolor y la frustración. Joel era descrito como un joven sano, activo en deportes y sin quejas previas de salud.