POSADAS. Como se anticipaba, la fiesta clandestina de Puerto Mbiguá (Ituzaingó) pasó de ser una “zona franca” donde las personas pueden incumplir con protocolos contra el coronavirus (Covid-19) a una “bomba biológica” donde posiblemente ocurrieron contagios.
Es que el Subsecretario de Logística del Ministerio de Salud Pública, Carlos Báez, admitió públicamente que detectaron a personas portadoras del virus SARS-CoV-2, cuando regresaban del evento ilegal.
Según el funcionario renovador, al menos los cuatro ocupantes de uno de los vehículos que pretendían cruzar el Arco de ingreso a Misiones, en la tarde del viernes, dieron positivo a los test de coronavirus. Volvían de la fiesta y recital de “Damas Gratis” en Puerto Mbiguá.
En medio de un escándalo por la participación de un funcionario del Servicio Penitenciario Provincial en la fiesta de Puerto Mbiguá, Báez aseveró que se hicieron operativos de hisopado. Dijo que al enterarse del evento ilegal con una importante concurrencia de misioneros, reforzaron los testeos. En ese contexto detectaron los cuatro casos de Covid-19. Es decir, cuatro personas que pudieron haber contagiado a otras.
Según Báez, hicieron controles pero al regreso de los misioneros que fueron a la fiesta ilegal
“Tuvimos bastante trabajo en el Arco. Mucha gente cruzó. Y ajustamos los controles a la tardecita-noche cuando empezaron a volver. Todos los que fueron a la fiesta deberían hacerse el test en las próximas 24 ó 48 horas para ver si no se contagiaron”, recomendó el funcionario en declaraciones radiales.
En ese contexto, Báez criticó a quienes acudieron a esta y otras fiestas clandestinas. Pero sin hacer mención al caso del alto funcionario del SPP, fotografiado “disfrutando” de la fiesta. Y del show de Pablo Lezcano y Damas Gratis.
Según fuentes consultadas, los organizadores del evento ilegal se habrían alzado con una recaudación de unos 8 millones de pesos.
Por otra parte, hay que decir que Báez no informó sobre si la provincia demandará judicialmente a los organizadores de la fiesta ilegal. Tampoco lo hizo ningún funcionario del gobierno renovador, que poco o nada hizo para desactivar esta fiesta.
