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Crudo testimonio de docente con 600 alumnos: “Trabajamos más, no tenemos horarios ni herramientas”

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Marta Isabel Hein, una docente de un pueblo a escasos kilómetros de Oberá, describió la dura situación que atraviesa, al tener que dar clases no presenciales, sin computadora, ni conectividad, con un salario magro y bajo hostigamiento de sus superiores.

Crudo testimonio de docente con 600 alumnos: “Trabajamos más, no tenemos horarios ni herramientas”

POSADAS. La pandemia y cuarentena por el novel coronavirus obligó a un drástico cambio en algunas actividades como la docencia, en la que, muchos docentes misioneros aseguran que empeoraron notablemente las condiciones laborales, con el agravante siguiente: los bajísimos salarios impiden que puedan adquirir las herramientas informáticas necesarias para desarrollar la tarea pedagógica no presencial.

Marta Isabel Hein, es una docente de Colonia Yabebirí, un pueblo ubicado a 18 kilómetros de Oberá y accedió a hablar de su situación con MisionesCuatro. La docente suplente puso de relieve el problema de “no disponer de las herramientas tecnológicas necesarias para desarrollar nuestras clases”. Y reveló: “Dispongo de una netbook de conectar igualdad, que tengo en préstamo. Soy suplente y la netbook corresponde al titular de las horas. Este año no logré retirarla y no cuento con una computadora. Tengo un celular cuya memoria externa se quemó. Paso horas eliminando mensajes. Es imposible trabajar con audios y videos”, expresó.

Además, Hein explicó que no puede recibir videollamadas porque no cuenta con señal de internet en la zona en la que reside.

Bajos salarios, más trabajo y aprietes

Por otra parte, “el sueldo de un docente no alcanza ni para comprar un celular usado” y, actualmente, no cumple con los requisitos que le pide un banco para otorgarle un préstamo y acceder a una computadora. Según la nueva ley de teletrabajo, aún no reglamentada, “el empleador debe proveer las herramientas de trabajo”, recalcó Hein, en un disparo por elevación a las autoridades educativas provinciales, que impusieron la modalidad de las clases virtuales, sin asegurar la conectividad y sin proveer de computadoras a los trabajadores de la educación.

“No hay diálogo con el gobierno y cobramos un básico de 7 mil pesos. El resto del sueldo es en negro”, recordó la docente.

Asimismo, Hein admitió haber sufrido presiones por parte de un directivo respecto de problemas con las devoluciones que estuvo haciendo. “No tengo las herramientas, pero en ningún momento dejé de enviar actividades a mis alumnos. Estoy en contacto con ellos, pero con las herramientas que tengo. No sé cómo seguir”, enfatizó la profesora. Consultada, Hein reveló que tiene unos 600 alumnos a su cargo. “Trabajamos mucho más que antes, no tenemos horarios”, manifestó.

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