[vc_row][vc_column][vc_column_text]El jerarca nazi que tras la caída del régimen buscó refugio en Paraguay, vivió escondido en Hohenau. De pronto tuvo dolor de muelas en la soledad de la colonia. Bajo del nombre de Federico Fritz, cruzó el río y en Eldorado fue curado por el dentista Clodomiro González.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”130768″ img_size=”full” alignment=”center”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]POSADAS. Lo llamaban el “Angel de la Muerte”, acusado de haber matado a 400.000 personas en Auswicht, Josef Mengele nació en Baviera en 1911. Estudió antropología y zoología en Munich y después se graduó de médico en Viena. Afiliado al Partido Nazi, estrecho colaborador del régimen que generó la Segunda Guerra Mundial, integró un equipo de científicos que impulsó la solución final, la mortandad de prisioneros recluidos en campos de concentración.
Con el respaldo de Adolfo Hitler, sus labores macabras -entre las cuales figuraban investigaciones en torno de gemelos con miras a conformar la raza aria -considerada superior- inventó asimismo gases letales y baños químicos en el contexto de la triste historia conocida como El Holocausto.
Vasto derrotero
Tras la caída del régimen en 1945, luego de la contienda bélica que conmovió a la humanidad, Mengele deambuló por Europa, que por entonces estaba en ruinas, hasta obtener una falsa identidad otorgada por la Cruz Roja. Con el nombre de Helmut Groger, en febrero de 1949 llegó a la Argentina, al igual que otros alemanes que colaboraron con el nazismo.
Trabajó un tiempo en Olivos al frente de una carpintería y venta de productos farmacéuticos, pero el Centro Simon Wiesenthal surgido en Hungría con filiales en varias ciudades del mundo, junto con la flamante policía israelí (Mossad) iniciaron una persecución en países suramericanos en busca de los sobreviviente nazis
Así cayeron Adolfo Eichman (1960) y Martin Bormann, entre otros, por lo que Mengele se rajó al Paraguay en 1961 donde el dictador Alfredo Stroessner lo albergó, brindándole un pasaporte falso figurando como Federico Fritz. En la vecina nación vivía también el as de la Luftwaffe Hans Ruddel, piloto de la poderosa aviación germana, quien luego dirigió la fábrica de Córdoba que construyó el Pulqui, la primera aeronave a reacción en Latinoamérica.
Hohenau y también Encarnación
Mengele o Fritz prefirió radicarse en la zona de las Colonias Unidas, departamento paraguayo de Itapúa. Con el apoyo de la rica familia Junganhhans de Asunción, según el diario Ultima Hora, construyeron una casa en el paraje Hohemau Cuatro, cercano a la chacra de la familia Krug.
También se alojaba en el Hotel Tirol de Capitán Miranda, a 25 kilómetros de Encarnación donde asimismo venía a buscar libros y diarios durante la tiranía stronista, que lo protegía. A Capitán Miranda llegaron belgas en 1949, algunos de los cuales eran acusados asimismo de simpatizar con el nazismo.
La cacería impulsada por Wiesenthal proseguía, lo que obligó a Mengele a viajar a Brasil, donde compró una casa cerca de Santos, siempre con documentos falsos hasta que en 1979 falleció de un paro cardíaco cuando caminaba por Beriotoga, vecina a la isla de Guarujá, estado de Paraná.
El cadáver fue enterrado en un osario común del lugar con identidad desconocida.
El dentista de Eldorado
El doctor Clodomiro González, egresado de la Facultad de Odontología de Asunción, se exilió en Misiones en 1960 por pertenecer al Partido Febrerista, considerado ilegal por la dictadura que durante 35 años rigió los destinos del país.
González practicó su profesión primero en San Pedro y posteriormente (1964), montó su consultorio en Eldorado donde nacieron sus hijos argentinos, uno de ellos el actual diputado radical Gustavo González.
Un día cualquiera, atendió al alemán que vivía en Colonias Unidas, ignorando de quien se trataba y para iniciar el tratamiento le hizo una ficha dental.
Después de la muerte de Mengele, la policía de Israel que seguía sus pasos desenterró el cadáver rescatando sus huesos, en la inteligencia que eran los del Angel de la Muerte. Pero ello se confirmó finalmente cuando solicitaron al doctor Clodomiro González en 1985 la ficha dental en cuestión. ¡Cosas de Misiones la hermosa!
César Sánchez Bonifato
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