POSADAS. Miguel Godina, miembro del SENASA en Misiones, dialogó con Misiones Cuatro y explicó que la rabia paresiante se trata de “una afección del ganado doméstico de producción que es transmitida por un vampiro, un murciélago que muerde, es endémica en la zona y periódicamente tenemos casos” y explicó que depende mucho de la población de vampiros que a través de la saliva empleada en su mordedura inocula a los animales de producción y son los que se enferman y predisponen a las personas a tener rabia.

El brote nuevo se ha constatado a partir de análisis que se han tomado el 24 de diciembre del año pasado, y el caso de la localidad de San José pudo detectarse el pasado 31 del mismo mes.

Godina explicó que los animales “presentan síntomas nerviosos, por eso al notar cambios de conducta y fonéticos como ser los mugidos o relinchos del caballo, problemas de locomoción o falta de apetito o hidratación es fundamental estar alerta y que se consulte al veterinario”.

Formas de prevenir la enfermedad

En primer lugar, Stetson resaltó que es obligatorio que los productores se comuniquen con las oficinas de control correspondientes, ante la presencia de casos sospechosos y así descartar la posibilidad de que se trate de una infección de este tipo.

La clave para la prevención es la vacunación voluntaria, que según Godina se recomienda al productor que la realice sobre los animales una vez al año.

Así pues, la primera dosis se aplica entre los 60 y 90 días de vida del animal, y a partir de allí debe renovarse una vez al año de manera ideal. Si bien no existen riesgos al momento de la ingesta de carne de un bovino faenado con rabia, puede haber contagios al estar en contacto con carne cruda de animal enfermo. Esto se da por la exposición a las fibras nerviosas del animal.

El contagio no se da entre animales, pero sí se transmite con mayor riesgo a través de la saliva y lágrimas de los animales. Es por ello debe evitarse sacrificar al animal, y así poder hacer el seguimiento correspondiente a través del SENASA. De esta forma se podrá determinar si hay riesgos de otros brotes, puesto que una vez que la enfermedad es diagnosticada, no tiene cura y el animal termina falleciendo.