“El observatorio para la deuda social proporciona datos realmente alarmantes”, señaló. La indigencia ha aumentado significativamente a nivel nacional, impactando de manera severa en todas las provincias. Barros indicó que la demanda en los espacios de asistencia de Cáritas, que incluyen la entrega de mercaderías y medicamentos, no deja de crecer. “Estamos viendo cosas que antes no ocurrían, como la llegada de abuelos a las parroquias en busca de asistencia y personas de clase media que ahora recurren a comedores comunitarios”, afirmó.

Además, Barros destacó el impacto de los ajustes económicos y los recortes en las jubilaciones, que han llevado a muchos adultos mayores a buscar ayuda en las parroquias. “Es muy doloroso ver a personas mayores buscando comida en nuestras instalaciones”, expresó.

El referente de Cáritas también abordó las crecientes necesidades de alimentos y medicamentos. La organización está considerando la creación de una farmacia con acompañamiento médico para enfrentar los altos costos de los medicamentos.

Otro tema preocupante es el aumento en el consumo de drogas entre los jóvenes. “La edad de inicio en el consumo de drogas está bajando, con niños de 10 a 12 años comenzando a consumir marihuana y alcohol. Esto es alarmante”, advirtió.

El Padre Barros subrayó que la creciente pobreza y exclusión social está desintegrando el tejido social y generando problemas de salud mental, desesperanza y conflictos familiares. Hizo un llamado a la solidaridad y al apoyo comunitario, instando a todos a contribuir y colaborar en estos tiempos difíciles.