POSADAS. Tras la nacionalización del caso del niño de Garupá que fue abandonado y estuvo dos días sin que se acerquen familiares, el defensor de los derechos de niños, niñas y adolescentes, Miguel Molina, habló con MisionesCuatro sobre el cuadro de situación de los niños institucionalizados, es decir, que se encuentran en hogares tras ser rescatados de situaciones de abandono y/o violencia.

Molina remarcó que no se debería informar detalles del caso que lleven a la identificación del pequeño, que tiene garantizados derechos elementales a la privacidad, entre otros. No obstante, el funcionario admitió que la llegada de las denuncias a los medios resulta importante para romper con una cultura de la inacción respecto de la vulneración de derechos de niños, niñas y adolescentes.

“Es muy importante la denuncia. La mujer (del caso de Garupá) tuvo que insistir, para que le tomen la denuncia. A veces, los propios organismos que tienen que tomar la denuncia no lo hacen por una cuestión cultural. La protección de los niños es obligación de la sociedad. Todos estamos obligados a denunciar la vulneración de los derechos de los niños”, enfatizó Molina.

Los números de la provincia, según Molina

Consultado al respecto, Molina desmintió los números que circularon respecto de la cantidad de niños institucionalizados –se había dicho que había 600-, precisando que a partir de una ley provincia, se creó el Registro Único de Niños Institucionalizados. A partir del registro, se hizo una sistematización y relevamiento de los casos, contabilizando 269 niños, alojados en distintas organizaciones en la provincia.

De acuerdo con Molina, las principales causales de los casos de niños institucionalizados, son el maltrato infantil, el abuso sexual, y el abandono, en ese orden.

Para Molina, el gobierno está cumpliendo con el envío de partidas presupuestarias a los hogares para niños institucionalizados, al tiempo que señaló que el monto por chico, equivale a tres AUH (Asignación Universal por Hijo). Por otra parte, “cada hogar recibe una partida presupuestaria para infraestructura. Así un hogar de Puerto Rico hizo su sistema de cloacas. Estos fondos, a veces son usados y a veces no”, aclaró.

“Esto permite que los hogares estén en buenas condiciones”, opinó el funcionario renovador.

Proyecto de hogares substitutos

Para el año entrante, “vamos a tratar de sensibilizar sobre cuidados alternativos con familias, que existan familias que puedan cuidar (a niños institucionalizados)”, reveló Molina sobre lo que impulsarán en 2020 desde la Defensoría. Al respecto, Molina sostuvo que no conviene que los niños estén institucionalizados por mucho tiempo, y antes de los 3 años “deberían estar en el seno de una familia”

“Durante su primera infancia deberían estar con familias”, dijo Molina en defensa de la iniciativa de las familias de cuidados transitorios, para alojar a niños en situación de vulnerabilidad o violencia.

Según Molina, ya llevaron a cabo desde la Defensoría, un “programa de acogimiento familiar, a modo de muestreo. (Esto) nos ha permitido alojar a niños en casas de familia y no en hogares”, remató.

El caso de Garupá

Todo empezó hace una semana, cuando un niño de 5 años golpeó la puerta de una vecina de Garupá y le pidió ayuda. “¿Podés llamar a la Policía para que busquen a mi mamá y me busque a mí porque ayer dormí solito?”, le dijo.

La mujer, de 22 años y con un embarazo de 8 meses, lo alimentó y llamó a la policía. La Defensoría de Garupá tomó intervención y decidió que el menor fuera enviado en guarda al Hogar Norberto Haase. Actualmente, el niño se encuentra allí, a la espera de que aparezcan los familiares del menor.

Hasta el momento, las autoridades intentaron dar con los familiares del niño, aunque sin éxito. Y tampoco fue reclamado por nadie. El chico sería huérfano de padre y la madre, no pudo ser encontrada aún.