[vc_row][vc_column][vc_column_text]La Municipalidad de Oberá tomó definitiva posesión del terreno de 2,5 hectáreas que la gestión de Ewaldo Rindfleisch le había dado en comodato a la Cooperativa Agropecuaria Misionerita Limitada para que produzca biodiesel, pero que no produjo nada.[/vc_column_text][vc_single_image image=”146682″ img_size=”full” alignment=”center”][vc_column_text]OBERÁ. (Por Walter Anestiades) En la tarde del viernes 22 el director de Asuntos Jurídicos municipal, Mijael Julián, y el escribano César Pereyra Pigerl, se hicieron presentes en el inmueble para constatar su estado actual y tomar posesión.
En 2014 el exalcalde Ewaldo Rindfleisch había cedido el terreno en comodato por noventa y nueve años y el Deliberante homologó la acción.
La Cooperativa Agropecuaria Misionerita Limitada se había comprometido a producir biodiesel utilizando las semillas de la planta tártago.
En agosto de 2010, la municipalidad de Oberá, la Facultad de Ingeniería de la UNAM y la cooperativa, firmaron un convenio en el que el estado obereño acordó utilizar en los vehículos municipales un cinco por ciento del biodiesel producido.
Participaron del acto de la firma el intendente Ewaldo Rindfleisch, el secretario de Desarrollo Estratégico Horacio Horot, la titular del departamento de Desarrollo Rural, Sigrid Sand, el Decano de Ingeniería, Sergio Garassino y Ricardo Luis Rosano, un ingeniero chaqueño que era (es) el presidente de la cooperativa. En octubre de 2012 el gobernador Maurice Closs le entregó a Rosano un subsidio provincial de $680.000.
Era un proyecto que contemplaba una inversión total de $1.603.246,98 a otorgarse en tres etapas y que sería financiado por el Consejo de Energías Renovables, con semillas traídas de Chaco y Formosa.
En 2013 Luis Jacobo, ministro de Cultura, Educación, Ciencia y Tecnología y además presidente del Consejo de Energías Renovables de Misiones, recorrió el predio. Rosano aseguró tener ya casi medio centenar de productores y que a la brevedad la planta estaría entregando el biodiesel.
Pero el tiempo pasó y la planta de producción de biodiesel se quedó en un anuncio. Hasta que el ahora intendente Carlos Fernández le pidió al Deliberante que derogue la ordenanza pertinente y se restituya al municipio el terreno cedido. Los concejales, por unanimidad, lo hicieron a principios del pasado mes de noviembre.
Fernández prometió destinar el terreno a un fin productivo que beneficie a la comunidad. Pero ¿y el dinero del subsidio provincial? ¿Para qué se usó? No se conocen ni balances ni rendiciones de cuenta por parte de la cooperativa. Desde el municipio parecen conformarse con el recupero del espacio y con el hecho de que “la cooperativa no iniciará acciones legales contra el estado comunal” (?).
Dinero público que se le da a empresas o cooperativas para que hagan lo que no hacen. Cuando el asunto ya no puede soslayarse, se trata de dejarlo más prolijo pero sin responder todos los interrogantes. Por ejemplo, el destino del dinero. Naturalmente, el asunto se olvida. Y listo.
¿Y listo?[/vc_column_text][vc_column_text]Relacionadas: Oberá: La Cooperativa Misionerita se negó a devolver predio municipal
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