APÓSTOLES. Un estudiante de 16 años sufrió un fuerte golpe en la cabeza mientras ayudaba a armar un instrumento para la estudiantina de la localidad, en la que iba a participar la Epet 5 Fray Luis Beltrán.
Según se reconstruyó, cerca de las 10 de la mañana del martes, el joven estaba manipulando una soldadora de plasma y quiso abrir un tanque de 200 litros para la fabricación de instrumentos para la estudiantina y se generó una explosión. La onda expansiva lo arrojó y se golpeó la cabeza contra una estructura del lugar.
El muchacho fue trasladado en principio al Hospital local y luego al Ramón Madariaga de la ciudad de Posadas, donde se encuentra internado con pronóstico reservado y asistencia respiratoria.
Para conocer más detalles respecto a situaciones como estas, en el programa TVA que se emite por Misiones Cuatro, Eduardo Pérez dialogó en primer lugar con Julián Montiveros, el Supervisor de Escuelas Técnicas, quien al respecto declaró: “cuando pasó el accidente, el director se comunicó conmigo y se tomaron las primeras medidas llevándole al hospital de la ciudad de Apóstoles”.
Y agregó: “cuando sucede esto, todas las instituciones técnicas y no técnicas, tienen procedimientos de higiene y seguridad”.
“Se instruyó un sumario administrativo, se iniciarán las investigaciones para determinar responsabilidades y saber qué falló”, explicó Montiveros.
También fue consultado, Jorge Karanic, rector del Instituto Arnoldo Janssen, quien contó que en las escuelas técnicas “haber pocos accidentes”.
“Riesgos tenemos muchos en las cortadoras, amoladoras de mano, las soldadoras son de altas temperaturas. Hay que trabajar con los elementos que corresponden”, explicó.
“Los tambores no son para utilizar o reciclar”
Por su parte, Diego Fontana, especialista en manejo del fuego, dijo que en casos como éstos: “los tambores no son para utilizar o reciclar, deberían volverse a fábrica para un destino final, porque adentro tienen residuos inflamables con productos clínicos. No es cualquier tambor que podés abrir y cargar algo adentro, llámese agua, arena”, detalló.
Y agregó: “la medida es, no abras el tambor, el tambor fue diseñado para contener un líquido. Ese líquido, una vez que sale, ese recipiente tiene que ser disposición final”.
“La normativa dice que ese tambor es un envase, cuando hablamos de envase que tuvieron productos químicos o inflamables, tiene que hacerse una disposición final porque eso está contaminado”, explicó Fontana.
