OBERÁ. El jueves 27 de marzo de 2008 Mario Fabián Golemba, misionero de 27 años de edad, viajó desde su casa en Picada Indumar, en la localidad de Dos de Mayo, hacia la ciudad de Oberá a favor de hacer una consulta por su salud. Nunca volvió. Desapareció. Hoy se cumplen doce años de su desaparición y el gobierno provincial aún se muestra incapaz de encontrarlo o de establecer que sucedió.

Por entonces el gobernador de Misiones era Maurice Closs. El ministro de Gobierno-y en consecuencia el responsable de la seguridad en la provincia-era Jorge Franco. El alcalde de Oberá era Ewaldo Rindfleisch. Y el jefe de la policía misionera era Rubén Oscar Gabriel.

Hubo marchas, una recompensa de cien mil pesos de entonces ofrecida por el estado provincial, y dos detenidos que declararon que vieron a Golemba esposado en la comisaría de Dos de Mayo, que escucharon que lo golpearon, que lo metieron en un patrullero y se lo llevaron.

El jefe de esa comisaría, José Mazur, fue promovido a titular de la policía provincial en octubre de 2018 por el gobernador Passalacqua. Algunos integrantes de la brigada fueron removidos de sus puestos.

Antonio Golemba, el padre de Mario, falleció hace cuatro años. La causa judicial estuvo-está-en manos de la obereña Alba Kunzmann de Gauchat. Que no esclareció nada. Y nada más.

En la Argentina, y Misiones no es ninguna excepción, las tragedias parecen tener el único destino de quedar impunes hasta que el paso del tiempo la convierta en una efeméride.

Mario Golemba desapareció. Hoy se cumplen doce años.

Walter Anestiades para www.misionescuatro.com