POSADAS. El productor yerbatero Jonás Petterson, advirtió sobre el daño que produce el uso indiscriminado de herbicidas en los yerbales, que no sólo afecta a la productividad de las tierras, sino que además, inciden en la caída de la demanda de mano de obra en el periodo interzafra.

En diálogo con MisionesCuatro, Petterson se mostró contrario a liberar los cupos de cosecha, insistiendo en que, “entre cosecha y cosecha tiene que pasar un año” y en que si se recolecta hojas del cultivo en Noviembre, “la yerba va a ser de muy mala calidad”.

Respecto de la demanda de mano de obra en el periodo interzafra, Petterson ponderó la forma de cultivo tradicional, en la que se realizan una serie de “tareas culturales”, durante el periodo en el que no se cosecha. “En mi familia, mantenemos a 20 personas trabajando en trabajos culturales. Lo que mató mucho esa mano de obra, fue la utilización de los herbicidas, nunca va a ser mejor que lo natural”, subrayó.

El problema del cultivo intensivo

“Desde hace años que se usan herbicidas. Si se vuelve a lo natural, la demanda de mano de obra va a ser mayor. Hay colonos que aplican glifosato dos o tres veces por año”, advirtió el productor yerbatero.

Respecto de esta situación, Petterson sostuvo que los productores deben estar conscientes de que “que estamos tratando con un herbicida y tenemos que mantener la calidad de la producción”. Aunque, el productor dejó en claro que no está a favor de una prohibición total del uso de herbicidas.

Vinculado a este problema, Petterson insistió en que “el ciclo de la yerba se fue acortando”, por el uso de herbicidas como el glifosato, y “los yerbales van decayendo” a causa de este uso intensivo. “Tardan 4-5 años en volver a producir. Hay una decadencia brusca de los yerbales, que se debe al mal uso del suelo. Los yerbales de mis abuelos producían durante 40-50 años”, puntualizó.

“Tenemos que pregonar que la producción se mantenga”, remató.