POSADAS. El contador Horacio Ahel analizó el proyecto de dolarización de la economía que está muy en boga en el contexto de una altísima inflación y que, hasta la fecha, sólo lo impulsa un único precandidato presidencial, Javier Milei (La Libertad Avanza). Para el especialista, la dolarización es imposible porque habría que hacerse de la friolera suma de 155.000.000.000 de dólares, sólo para hacer frente a los pasivos del Estado y la base monetaria existente. Pero además, Ahel advirtió que perder la capacidad de emitir moneda, conlleva al riesgo de perder mercados de exportación, toda vez que el país al que se le vende productos –por ejemplo, Brasil, el principal mercado de la economía argentina-, devalúa su moneda.

Con la dolarización, el país pierde “la capacidad de emitir moneda propia y jugas mucho con la importación / exportación, porque te tienen que entrar más dólares de los que salen y esa es la moneda. Como país tenés que conseguir esos dólares vía exportación, porque si no entran, no tenés (moneda)”, argumentó el contador.

En ese escenario, lo positivo sería que “el Estado tiene que administrarse muy bien, porque no puede tener déficit fiscal. Hoy el déficit se financia con emisión y eso genera inflación”, sostuvo el contador en su columna semanal para el Noticiero Central de MisionesCuatro, este miércoles.

“Para dolarizar la economía, tenemos una base monetaria, la cantidad de dinero circulando más el dinero que está en los bancos, que es de 5,2 billones de pesos (5.200.000.000.000) Tendríamos que conseguir 11.900 millones de dólares para arrancar”, precisó Ahel, en su estimación sobre el monto necesario para dolarizar la economía argentina.

“Después están los pasivos remunerados del Banco Central (Leliq – Lebac), que es cuando le pide plata a los bancos y le paga una tasa de interés para absorber pesos y sacarlos del mercado. El problema es que el BCRA debe emitir moneda para pagar esos intereses que andan los 600 mil millones de pesos. Estamos hablando de 28 mil millones de dólares para terminar con esa deuda”, añadió Ahel.

Asimismo, hay que tener en cuenta “la deuda que el Estado nacional tiene con el BCRA, que son otros 47 mil millones de dólares. Y la última son las deudas de los bonos legislación Nueva York, que hoy en el mercado valen unos 9400 millones de dólares, pero al valor nominal serían 39.119 millones. Si Argentina rescatara esos bonos, el precio se acercaría al valor nominal”, añadió el contador.

“Y tenemos, además, 30 mil millones de dólares de pasivo del Banco Central. Estamos hablando de 155 mil millones de dólares para dolarizar la economía”, sostuvo el contador, dando cuenta de la cifra inimaginable de dólares necesarias para el programa económico que impulsan algunos candidatos presidenciales.

Por otra parte, Ahel explicó que una dolarización complicaría el comercio exterior con países como Brasil, toda vez que ese país –el principal comprador de manufactura y materia prima de Argentina-, devalúe su moneda, porque con una economía dolarizada, no se podría devaluar para hacer más competitivos la producción nacional.

Sin embargo, Ahel apuntó a la necesidad de dotar de independencia al BCRA respecto del Estado nacional, de manera tal que se controle la devaluación y que no se devalúe para financiar el déficit fiscal. “Desde que se creó el BCRA hasta ahora, la devaluación de la moneda es de 398 billones por ciento. Varias veces destruimos nuestra moneda y resucitamos de entre las cenizas”, comentó al respecto Ahel.

En contra de la dolarización, Ahel reveló que en el mundo, sólo cuatro países dolarizaron su economía -Panamá, Ecuador, El Salvador y Zimbawe-, todos los cuales están mucho peor que Argentina en el Índice de Desarrollo Humano, una ecuación que combina nivel educativo, ingreso per cápita y esperanza de vida. “Los países que están primeros en el ranking no están dolarizados”, aclaró Ahel en referencia a Suiza, Islandia y Dinamarca.

En el Índice de Desarrollo Humano “nosotros (Argentina) estamos en el puesto 47, Chile está en el 42, Uruguay en el 58, Brasil en el 87, Paraguay en el 105 y Bolivia en el 118”, detalló.

“El problema más grave es la inflación y pega primero a los que estos gobiernos dicen proteger. Cada porcentaje de inflación aumenta la pobreza”, insistió Ahel, pidiendo a los políticos que asuman este problema como su principal prioridad.