Provinciales

Inseguridad creciente en Puerto Esperanza: un aserradero sufrió el vigésimo robo en poco tiempo

cargando anuncio

Manfredo Rauschmayr, propietario de un aserradero ubicado en la ruta 12, denunció su vigésimo robo en los últimos años. En este último incidente, los delincuentes se llevaron herramientas de precisión, incluyendo calibres y micrómetros, lo que generó gran preocupación en la comunidad.

Compartir
Compartir articulo

Inseguridad creciente en Puerto Esperanza: un aserradero sufrió el vigésimo robo en poco tiempo

Rauschmayr expresó su frustración al señalar que, hasta el momento, no hubo avances significativos en la investigación de estos delitos. “Es normal vivir hechos de inseguridad en ganadería y fruticultura”, comentó, aludiendo a la creciente ola de robos en la zona.

El empresario recordó un hecho anterior en el que fue víctima de un secuestro a mano armada. “Me llevaron la camioneta y nos abandonaron a 40 km de aquí. Cuando encontraron el vehículo, estaba lleno de mercadería y aún no me la han restituido desde julio de 2020”, lamentó.

Inseguridad creciente en Puerto Esperanza: un aserradero sufrió su décimo robo en poco tiempo

El clima de inseguridad se intensificó, lo que hizo que ir solo a la chacra se convierta en un riesgo considerable. Rauschmayr denunció también el robo de madera nativa, que es cortada y vendida en el mercado negro, así como el hurto de cables de la industria. “Me robaron 200 metros de cables de alta tensión. “Los reducidores compran estos materiales, y a ellos no les hacen nada”, agregó.

El propietario indicó que en su último robo sufrió una pérdida de aproximadamente 2 millones de pesos. Incluso, relató que fue victima de un secuestro en el año 2020: “Eran tres hombres fuertemente armados, paraguayos y bien vestidos”, dijo.

Rauschmayr criticó la falta de recursos de la policía local, que recibe solo 50 mil pesos por semana para movilizar vehículos 4×4 en caminos de tierra. “La situación es insostenible”, expresó, pidiendo medidas más efectivas para combatir la delincuencia en la zona.

Inseguridad creciente en Puerto Esperanza: un aserradero sufrió su décimo robo en poco tiempo

En ese sentido aclaró que no culpa a la policía, destacando que hay “buena gente” en la fuerza, pero enfatizó la necesidad de cambios en la dirección de las políticas de seguridad. “Faltan cambios en quienes manejan la parte de seguridad”, afirmó.

Consultado por la cantidad de empleados en planta, el empresario manifestó que esta radicado en la zona desde el año 1995, ahora analiza la posibilidad de cerrar definitivamente: “La actividad está paralizada y estoy viendo la posibilidad de venderlo”, expresó, reflejando la desesperación ante la falta de soluciones.

Comentarios