[vc_row][vc_column][vc_single_image image=”104642″ img_size=”full” alignment=”center” title=”Foto: gentileza de Eduardo Jacquemín “][vc_column_text]OBERÁ (Por Walter Anestiades). Ayer, al caer la noche, obereños afectados por las últimas inundaciones en el Barrio Norte, Cien Hectáreas y San Miguel, se metieron en viviendas del Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional-IPRODHA-y debió intervenir la Policía para lograr la salida de los intrusos.
En el denominado Barrio 50 Viviendas en Villa Stemberg, el IPRODHA está construyendo casas cuya terminación viene muy demorada y que el propio titular de la entidad-Santiago Ros-estima que no estarán listas hasta fin de año. De hecho los ciudadanos adjudicatarios de esas viviendas manifiestan en forma permanente su temor de que sean ocupadas por algún grupo de intrusos. Anoche sus temores se concretaron.
El intendente Carlos Fernández envió a la Policía que, al llegar, constató que un grupo de siete mujeres y veintiún niños, liderados por una vecina llamada Vanesa Retamoso, se habían instalado desde la casa 13 a la 21 de la Manzana 412, forzando las puertas. Retamoso había encabezado hace días otra toma de tierras de propiedad privada en el Barrio Norte junto a otros vecinos que le reclamaban la entrega de chapas a la municipalidad. Anoche, tras una tensa negociación entre usurpadores y Policía, el grupo se retiró pasadas las diez y media pero permaneciendo en el lugar una fuerte custodia policial.
En el mismo barrio de Villa Stemberg, ayer por la tarde, obreros de la empresa constructora “NR” quemaron gomas en protesta por retrasos en los pagos por parte de IPRODHA.
Desde comienzos de año el alcalde Carlos Fernández viene lidiando con un modo radical de protesta desconocido en los doce años de gestión de su antecesor, Ewaldo Rindfleisch. Ya enfrentó una toma del edificio municipal, otro intento de hacer lo mismo, una marcha que pretendió llegar a su domicilio personal, la toma de espacios públicos, la toma de espacios privados y reiterados intentos de extender esas usurpaciones.
MisionesCuatro informó que se trata de la descomposición de un sistema clientelar que se instaló hace años en la ciudad y que la renovación homologó: “Pedid y se os dará…a cambio de que nos votés”. Rindfleisch tenía astucia política y recursos para seducir a los cabecillas de las protestas. Fernández carece de ambas cosas.
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