Tras el incidente, el joven regresó a su hogar en un estado crítico, con dificultades para caminar y evidentes signos de maltrato. La madre, alarmada por el estado de su hijo, lo llevó al hospital de Fátima, donde un médico forense confirmó las lesiones y el abuso sexual.
A pesar de la reticencia inicial del joven a denunciar por miedo a represalias, la familia presentó una denuncia formal contra los oficiales. Carlos, el padre del joven, manifestó su frustración con el proceso: “Estamos esperando una resolución del fiscal y del juez, pero hasta ahora no hay detenidos. A pesar de que el forense confirmó el abuso, no recibimos documentación ni asistencia adecuada”.
Carlos también denunció que la familia ha recibido amenazas y extorsiones. “Mi hermana recibió amenazas en redes sociales. Además del maltrato previo, ahora mi hijo ha sido golpeado y abusado sexualmente. Nos piden paciencia, pero la situación sigue sin avances.”
Las autoridades aún no han emitido una declaración oficial, pero la familia continúa exigiendo justicia y responsabilidad para los oficiales implicados.